El mercado laboral ha estado demandando en los últimos años personal especializado en ciertos progresos de manufacturación, debido a que se necesita ese perfil profesional cualificado para involucrarse en el proceso y poder extraer los materiales o productos que se esperen.
Un mercado que ha estado creciendo y evolucionando en los últimos años es el mercado de los refrescos, y de hecho, se prevé que su valoración alcance los 621.660 millones de dólares en 2030.¿Quieres saber más sobre la fabricación de los refrescos? Sigue leyendo este artículo en el que te contaremos un poco sobre cómo se fabrican y cómo puedes llegar a aprender a fabricarlos tú mismo.
Materiales iniciales para fabricar refrescos
- Agua
El agua es el ingrediente más predominante en los refrescos y su calidad debe ser alta. No debe tener impurezas de ninguna naturaleza o tipo que interfieran con el sabor, color, o aspecto físico y su suministro debe proceder de una fuente sanitaria adecuada. La alcalinidad del agua es crucial en este proceso, pues una elevada del agua neutraliza el ácido de la bebida.
- Azúcar
El azúcar suele constituir entre el 7% y el 12% de un refresco. Utilizado en forma seca o líquida, el azúcar añade dulzor a la bebida, un componente importante para que el consumidor disfrute de un refresco. Además, también equilibra los sabores y los ácidos.
- Ácidos
Los acidulantes se utilizan en las fórmulas de bebidas refrescantes para realzar el sabor. Se denominan ácidos aromatizantes. En algunas bebidas, el ácido se utiliza para prolongar la vida útil del producto. En este caso, actúa como conservante o activa el conservante añadido.
El ácido más popular y versátil utilizado en los refrescos es el cítrico y se utiliza en la mayoría de las bebidas con sabor a fruta. Por otro lado, el ácido fosfórico se utiliza mucho en los refrescos de cola y algunas cervezas.
- Colorantes
Muchos refrescos contienen colorantes añadidos lo que hace que aumente el atractivo visual, haciendo que la bebida sea psicológicamente más deseable.
- Conservantes
Aunque a los fabricantes de refrescos les gustaría fabricar sus productos sin la adición de conservantes, no pueden hacerlo sin que la bebida corra el riesgo de deteriorarse.
Proceso de fabricación de refrescos
El primer paso es filtrar el agua y habrá que limpiarla de cualquier impureza (materia orgánica, partículas en suspensión y bacterias) y estabilizarla al nivel de pH deseado. Su eliminación se realiza mediante una serie de procesos como la ebullición, la coagulación, la filtración y la cloración.
El proceso de filtración más eficaz es el que se realiza mediante arena. El agua atraviesa una capa de arena que atrapa las partículas extrañas. Después, la esterilización se suele hacer con cloro, que luego se elimina con un filtro de carbón activado.
Los principales ingredientes del refresco se introducen en los depósitos de agua (azúcar y concentrados de sabor) y se mezclan entre sí. A continuación, se carboniza la mezcla de agua. La carbonización debe realizarse con la temperatura exacta de frío del líquido.
Por último, el envasado debe realizarse muy rápidamente, con recipientes que se sellan inmediatamente para que pueda preservarse la presión del carbono en el líquido.
¿Dónde aprender sobre la elaboración de refrescos?
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