¿Qué bonito es ir a un restaurante y elegir siempre los platos más sabrosos? Sí, salir a comer fuera o también pedir comida a domicilio está genial y es muy cómodo pero, por desgracia, no siempre es muy sano.
En este artículo, nos gustaría compartir contigo algunos secretos sobre cómo puedes comer de forma saludable también fuera de casa sin dejar de disfrutar de tus cenas y almuerzos. ¿Todos listos? Estos son nuestros consejos.
Elige siempre la “slow food”: ¡toda la comida fast está prohibida!
Ante todo, ¿qué significa slow food? Alimentarse en este sentido significa elegir la agricultura y la pesca sostenible y, sobre todo, utilizar siempre productos de temporada y, posiblemente, de proximidad.
Comer slow food (o comida lenta) se considera más saludable porque se enfoca en utilizar ingredientes frescos y naturales. Esto promueve una alimentación consciente y una relación más saludable con la comida.
Por otro lado, el fast food suele contener una gran cantidad de calorías vacías, grasas, sodio y azúcares añadidos, y suele ser procesado y cocinado de manera rápida y poco saludable. Además, no se sabe bien de dónde proceden los ingredientes que se implementan en las recetas.
Pues, cuando tienes que elegir un restaurante, mejor optar siempre por uno que tenga verduras de temporada y qué tenga pública la procedencia de los alimentos, tanto de las proteínas animales y vegetales como cualquier otro tipo de ingrediente.
No a los alimentos procesados
Los alimentos procesados suelen contener una gran cantidad de azúcares, grasas y sodio añadidos, lo que los hace ricos en calorías vacías y pobres en nutrientes esenciales. Además, a menudo contienen conservantes, colorantes y sabores artificiales que pueden ser perjudiciales para la salud.
Algunos ejemplos de alimentos procesados son, por ejemplo, la comida rápida (hamburguesas, papas fritas, perritos calientes, etc.), refrigerios (patatas fritas, golosinas, chocolatinas, etc.), alimentos precocidos (como por ejemplo sopas, guisos, platos congelados, etc.), los envasados (como salsas, aderezos y mucho más).
Lo verdaderamente importante es evitar aquellos alimentos que contienen una gran cantidad de aditivos y conservantes. Por esta razón, cuando vas a comer fuera, es mejor evitar las salsas y la comida rápida.
Elige el agua: mejor evitar los refrescos o las bebidas alcohólicas
Tomar agua es la mejor opción para tu salud por varias razones:
- El agua es esencial para mantener el cuerpo hidratado y funcionando correctamente.
- El agua no tiene calorías ni ingredientes dañinos para la salud. En cambio, los refrescos y las bebidas alcohólicas contienen una gran cantidad de calorías vacías y azúcar añadido.
- Beber agua en lugar de bebidas azucaradas puede ayudar a controlar el peso ya que el agua no tiene calorías y puede ayudar a sentirse más lleno.
- El consumo excesivo de alcohol puede ser perjudicial para la salud del hígado y aumentar el riesgo de enfermedad hepática.
La variedad es la clave
¿Por qué es necesario comer siempre algo diferente? Intenta que cada día el menú sea diferente, sobre todo por estas razones:
- Cada tipo de alimento tiene su propio conjunto de nutrientes y minerales esenciales para el cuerpo. Al comer una variedad de alimentos, se asegura que se está obteniendo una amplia gama de nutrientes y minerales necesarios para mantener una buena salud.
- Comer una variedad de alimentos también ayuda a la digestión. Cada tipo de alimento se digiere de manera diferente y puede tener un efecto distinto en el cuerpo.
- Comer siempre los mismos alimentos puede resultar aburrido y difícil de mantener a largo plazo.
- Consumir una variedad de alimentos de diferentes orígenes también puede ayudar a reducir el riesgo de contraer enfermedades relacionadas con la alimentación, además de mejorar la accesibilidad a los alimentos.
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