Cada vez es más común que en los procesos de selección de personal se utilice Skype como medio para las entrevistas. Este recurso ahorra tiempo y dinero a las empresas evitando el coste de los desplazamientos y proporciona mayor flexibilidad en los horarios para adaptarse a las agendas de los jefes.
Si, por ejemplo, estás buscando trabajo fuera de España, es muy probable que te enfrentes a una entrevista a distancia. En ese caso, sigue leyendo para descubrir unos cuantos consejos que harán que tu entrevista sea un éxito.
- Revisa tu perfil de Skype
Puede que solo lo uses para hablar con tus amigos cuando te vas de vacaciones, por eso quizá sea interesante que te crees un perfil exclusivo para asuntos laborales con una foto más adecuada y sin palabras extrañas o malsonantes que den una imagen poco profesional sobre ti. Si no estás muy familiarizado con Skype, dedica un tiempo a descubrir su funcionamiento y las posibilidades que ofrece, como la de compartir tu pantalla para mostrar algún documento al entrevistador.
- Comprueba la conexión y haz pruebas
Confirma que tengas instalada la última versión de Skype, comprueba la conexión a internet para que la conversación sea lo más fluida posible. Lo mejor es conectarse por cable en lugar de wifi y cerrar todos los programas y gestores de descargas para evitar que la conexión se corte o se enlentezca. Haz antes algún ensayo con un amigo para verificar que todo funciona correctamente y que el sonido y la imagen llegan y se reciben sin problemas. Prueba el micrófono de tu ordenador: si no es muy bueno, será mejor que uses un auricular con micrófono con el que el sonido sea más claro y nítido.
- Cuida tu apariencia
Estar en tu propia casa puede hacer que te relajes más de la cuenta. Arréglate igual que si fueras a una entrevista presencial, pero prestando atención a algunos detalles importantes: evita las rayas, los estampados y los detalles pequeños porque provocan un incómodo efecto visual en la pantalla que puede marear a quien te ve o que piense que tu ropa esté sucia. Una buena idea es elegir colores suaves y claros pero que contrasten con el fondo de la pared en la que estés, para que, por ejemplo, un blanco sobre blanco no haga parecer que eres solo una cabeza flotante.
- Cuidado con el entorno.
Echa un vistazo con atención a todo lo que se verá a tú alrededor para no dejar una cama sin hacer o un poster poco adecuado a la vista. Recoge el escritorio donde vayas a hacer la entrevista para que se vea ordenado y no tengas objetos innecesarios a la vista que distraigan tu atención. Asegúrate de no tener interrupciones, avisa a tu familia para que nadie haga una aparición estelar memorable, apaga el móvil, controla los ruidos externos y no dejes libre a tu mascota. Ten en cuenta que vas a necesitar un nivel de concentración más alto que en una entrevista presencial.
- Busca el mejor encuadre
No te acerques demasiado a la cámara, lo ideal es se vean los hombros y una parte de tu torso para que se aprecie tu comunicación gestual. Por eso, prueba antes el mejor ángulo: una buena referencia de la distancia a la que sentarte es que se vean tres botones de la camisa. Si usas un portátil, busca la mejor localización y fíjate en la altura de la cámara. Presta atención a la iluminación. Para que tu imagen sea lo más nítida y limpia posible, lo ideal es que la luz venga de detrás de la cámara y si es natural, mucho mejor.
- Compórtate ante la cámara
Nada de mirar a la pantalla durante la entrevista, mantén la vista siempre en la cámara para aumentar la sensación de cercanía y de escucha. Aun cuando el entrevistador desactive su cámara y tengas que hablarle a una pantalla negra, no pierdas nunca la actitud y sigue mirando a la cámara. Tu voz ha de transmitir claridad y entusiasmo, pero cuidado con hablar muy rápido, porque aquí todo va más lento y si existe algo de retardo puedes cortar incluso al entrevistador.
