El periodo de confinamiento se ha extendido por mucho tiempo y para madres y padres, distraer a los más pequeños se ha convertido en una tarea difícil, sobre todo para aquellos que tienen niños inquietos y con mucha energía, ya que pueden ser causantes de interrumpir el día a día de sus padres y ralentizar el cumplimiento de sus obligaciones.
No se puede estar entreteniéndolos constantemente, pero si se pueden hacer cosas al interior del hogar para trabajar con ellos de una manera más divertida, a través del juego y actividades que los lleven a la relajación.
Para ello, la publicación de hoy planteará algunas actividades para acompañar a los niños movidos y, por otro lado, algunos ejercicios de respiración y relajación muy fáciles de practicar individualmente o en compañía del adulto.
En primer lugar, como padres es importante entenderles y situarse en la posición del niño, donde no es fácil estar encerrados tantos días, sin entender muy bien la situación del exterior, con actividades limitadas y sin el contacto con otros niños de su edad.
Por lo tanto, es importante como padres:
- Felicitar:
Lo ideal, es elogiarlos por lo bien que lo han estado haciendo, pues han demostrado su gran capacidad para adaptarse a la situación. Así como, reforzarles a nivel verbal, afectivo, con alguna comida especial o privilegio; el mérito que han conseguido durante este periodo, haciendo que los niños tomen más conciencia de la situación.
- Flexibilizar:
No se puede tomar esta circunstancia de confinamiento como una situación normal, dónde se aplique las normas, rutinas y horarios fuera del periodo de alarma, pues es muy difícil por el mismo acontecimiento exterior.
También, se debe aumentar la tolerancia al ruido y al movimiento de los pequeños, sobre todo si son tan activos. Sumado a que no son circunstancias normales, necesitan descargar su energía.
Por otra parte, es importante que los niños cuenten con su espacio propio, donde puedan hacer ejercicio físico que les ayude a gastar el ese exceso de energía: ejercicios cardio-respiratorios como saltar, bailar o correr en horas adecuadas, será ideal para los niños inquietos.
Mejor aún, en compañía de sus padres, hacerlo juntos para que resulte más divertido; pues no solo servirá como ejercicio, sino que fortalecerá la relación y dará un sentido de atención e importancia al menor por parte de sus padres.
Buscar un rincón de la calma, dónde se tengan objetos que ayuden a asociar ese lugar con parar, respirar y entrar en relajación (botella de la calma, pelotita de la calma, pintura, colores, papeles, Yoga Mat.…).
Ejercicios para realizar en el rincón de la calma:
- Botella de agua con purpurina
Es un ejercicio heredado del Mindfulness que puede ayudar a lograr el momento de calma. Inicia con tomar una botella llena de agua y agregarle purpurina.
Para hacer el ejercicio, el niño deberá girar la botella hasta que la purpurina se desacomode. Una vez agitada, la botella debe ser regresada a su posición original, la vista se ha de fijar en el movimiento y asentamiento de la purpurina hasta que la totalidad regrese a la base de la botella.
Este ejercicio, ayudará a trabajar la concentración, atención y se convertirá en un reto para ellos. Se calmarán, pararán y cultivarán la atención plena.
- Pelotita antiestrés
Otro elemento que sirve para relajar es la pelotita antiestrés o un squishy.
El ejercicio consiste en apretar el objeto en la mano varias veces hasta que vuelva a tomar su forma original. Esto ayudará a medir su fuerza, trabajar texturas y, sobre todo, a retener la concentración del menor.
- Respiración del globo
Finalmente, algo que también ayuda mucho a este tipo de niños, es aprender a respirar profundamente, para conectar con la relajación a través de la visualización de un globo que se infla y se desinfla.
Acostado sobre una superficie plana y boca arriba, el niño debe tomar aire profundamente y exhalar unos segundos después. La medición de la profundidad de este movimiento se hará inicialmente colocando la mano suavemente sobre el pecho y sin presionar se acompaña el ejercicio. Luego, se repite el proceso de inhalación y exhalación, pero, en vez de la mano, se utilizará una hoja de papel para seguir el movimiento y ver cómo sube y baja en concordancia con la respiración.
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