A menudo podemos observar en las etiquetas nutricionales de los alimentos que hay ciertos conservantes o aditivos alimentarios incluidos. A continuación, te explicamos lo que son los conservantes, sus ventajas y desventajas y qué tipos podemos encontrar en los alimentos.
¿Qué son los conservantes?
Los conservantes son sustancias, tanto naturales como artificiales, que se añaden a diversos productos para evitar su descomposición prematura y prolongar su vida útil. Podemos encontrar conservantes en una gran variedad de alimentos y cosméticos.
Tipos de conservantes
Existen muchos tipos de conservantes, pero a continuación nombraremos los más comunes en los alimentos:
- Conservantes antimicrobianos
Este tipo de químicos impiden la proliferación de bacterias, levaduras y mohos en los productos. Los conservantes antimicrobianos más conocidos son:
Benzoatos
Sorbatos
Parabenos
Nitrito sódico (utilizado en embutidos)
Sulfito sódico (utilizado en vino y frutos secos)
- Antioxidantes
Ayudan a prevenir la oxidación de grasas y aceites, lo que puede provocar enranciamiento y deterioro. Algunos ejemplos de antioxidantes son:
Vitamina E
Ácido ascórbico (vitamina C)
BHA (butilhidroxianisol)
BHT (butilhidroxitolueno)
- Agentes quelantes
Los quelantes se unen a los iones metálicos, como el hierro y el cobre, lo que puede acelerar la degradación de los productos. Los agentes quelantes más comunes son:
EDTA (ácido etilendiaminotetraacético)
Ácido cítrico
¿Cómo actúan los conservantes en los alimentos?
Como hemos mencionado anteriormente, los alimentos tienen un proceso de caducidad natural debido a la existencia de bacterias, hongos y mohos que se apoderan de ellos. Al añadir conservantes, evitamos que estos alimentos echen a perder tan rápido.
Además, los conservantes también se utilizan para ayudar a mantener el color, la forma, el olor y el tamaño del alimento, lo que puede hacerlo más atractivo para el consumidor.
Ventajas e Inconvenientes de los conservantes
Estas son algunas de las ventajas de emplear conservantes en los alimentos:
- Prolongación de la vida útil
Los conservantes alimentarios ayudan a reducir el desperdicio de alimentos gracias a que prolongan la frescura y la vida útil de estos.
- Reducción del deterioro
Los conservantes inhiben el crecimiento de bacterias, mohos y levaduras, por lo que los alimentos siguen siendo seguros para el consumo durante más tiempo.
- Prevención de enfermedades transmitidas por los alimentos
Algunos conservantes, en particular los agentes antimicrobianos, pueden ayudar a prevenir la proliferación de patógenos nocivos como la salmonella.
- Ahorro de costes
Que un alimentos tenga una vida útil más larga reduce la necesidad de reabastecerse con frecuencia.
Sin embargo, existen también algunos inconvenientes respecto a su uso:
- Preocupaciones por la salud
Ciertos aditivos artificiales como el nitrito de sodio y algunos colorantes alimentarios se han asociado a riesgos para la salud cuando se consumen en exceso.
- Alergias y sensibilidades
Algunas personas pueden ser sensibles o alérgicas a determinados conservantes alimentarios, lo que puede provocar reacciones.
- Preocupaciones nutricionales
Algunos conservantes pueden alterar el nivel de sodio o azúcar en los alimentos conservados, y esto no es ideal para nuestra salud ni para mantener una dieta saludable.
- Cambios de sabor y textura
Los conservantes pueden afectar al sabor, la textura y el aspecto de los alimentos, lo que puede provocar una pérdida de calidad en algunos casos.
- Impacto medioambiental
La producción y eliminación de determinados conservantes puede tener consecuencias medioambientales, como la contaminación y el agotamiento de los recursos.
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