En los últimos años ha habido un gran impacto social sobre la importancia de las causas de la contaminación en el planeta. Sin embargo, aun hoy en día sigue habiendo grandes cantidades de sustancias contaminantes que afectan a nuestra salud.
¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación para la salud?
El estar expuesto a altos niveles de contaminación puede provocar un mayor riesgo de sufrir alguna enfermedad respiratoria, como cáncer de pulmón, o cardíacas. De hecho, tanto la exposición a largo plazo como a corto plazo afecta a nuestro organismo.
Las personas más afectadas por la contaminación son: “las personas con enfermedades previas, los niños menores de cinco años y los adultos entre 50 y 75 años”, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). De la misma manera, existe una gran desigualdad entre los países más desarrollados y los países en desarrollo, siendo estos últimos los que sufren mayores consecuencias de la contaminación.
Dependiendo del medio que se ve afectado por la contaminación, puede haber diferente denominación según el Instituto Geográfico Nacional: “contaminación hídrica (agua), contaminación atmosférica (aire) y contaminación del suelo”, de las cuales profundizamos a continuación.
Contaminación hídrica
De las aguas residuales, resultado de la actividad de los humanos, se vierten a los ríos y mares más del 80% de estas sin recibir tratamiento alguno, tal y como 
señala el periódico La Vanguardia. ¿La consecuencia de esto? Que cada año fallezcan más de 350.000 menores de 5 años al haber bebido de aguas contaminadas en los países menos desarrollados. Estas aguas provocan enfermedades como la hepatitis A, diarreas, el cólera o la disentería.
Se prevé que para dentro de 30 años haya un aumento de la demanda del agua de un 55%, así que, si seguimos produciendo en estas condiciones y desechando todo al mar, la mitad de la población mundial sufrirá las consecuencias de una importante escasez de agua.
Contaminación atmosférica
De cada nueve muertes en el mundo, una está relacionada con la contaminación atmosférica, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Y, es que, las sustancias contaminantes tienen un tamaño tan pequeño, de unas 10 micras (milésima parte de un milímetro) de diámetro, que con facilidad pueden llegar a las profundidades de los pulmones. El origen de la mayoría de estas sustancias es la quema de combustibles fósiles.
La exposición a largo plazo a las sustancias contaminantes es “la más significativa para la salud pública”, según la OPS. Por ejemplo, de las personas que fallecen por cáncer de pulmón, un 36% se debe a la contaminación atmosférica, de las que mueren a causa de accidentes cerebrovasculares lo son un 34% y de las cardiopatías isquémicas un 27%.
Contaminación del suelo
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) recalca la importancia de que el suelo es un recurso que no es eterno y que, de hecho, no se puede recuperar en el curso de una vida humana. Es vital cuidar de él ya que afectan el 95% de los alimentos se producen de forma directa o indirecta en el suelo. Además, afecta también “al agua que bebemos, al aire que respiramos, a nuestra salud y la de todos los organismos del planeta”.
Contaminar el suelo produce “una reacción en cadena”. Es decir, al alterar la biodiversidad del suelo, se reduce la materia orgánica que hay en el mismo, contaminando el agua almacenada en el subsuelo que desequilibra sus nutrientes.
Aunque aún queda mucho camino por delante, solo con conciencia, responsabilidad y conocimiento podremos conseguir un mundo libre de contaminación.
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Fuentes:
Instituto Geográfico Nacional: La contaminación en España.
OPS (2016): Contaminación del Aire Ambiental.
La Vanguardia (2019): Las cifras del agua siguen siendo alarmantes.
