Aunque en numerosas ocasiones no se quiere reconocer ni por altos cargos, ni por gente de a pie, venimos sufriendo las consecuencias del cambio climático a nivel mundial desde hace muchísimos años.
Este se produce por el calentamiento global (aumento de la temperatura del planeta) que a su vez viene dado por las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero, y todo esto, como es bien sabido por todos, es causado por el ser humano con sus destructivas actividades provocando así, unas variaciones en el clima que no se darían de manera natural como ha ocurrido en otras épocas. Un enfriamiento y calentamiento de la tierra excesivo y a una velocidad astronómica que nos puede llevar al peor de los desenlaces.
¿Por qué está relacionado todo este asunto del calentamiento global con el coronavirus y el teletrabajo que se derivó del virus?
Porque el covid19, a pesar de ser menos mortal que el cambio climático, ha conseguido lo que ni grandes organizaciones y activistas han logrado, que es frenar el avance del calentamiento global gracias a las drásticas medidas que se tuvieron que tomar para frenar la pandemia. Medidas como la restricción de desplazamientos y de la actividad industrial, que impusieron de cierta manera el teletrabajo, han conseguido ayudar más al medio ambiente que las propias medidas que se han estado tomando durante muchos años para este fin.
Es gracias al teletrabajo que han llevado a cabo millones de españoles, y ciudadanos de todo el mundo, lo que ha hecho que la huella de carbono y otros contaminantes atmosféricos se hayan visto reducidos drásticamente beneficiando al medio ambiente muy positivamente.
No solo le da un respiro al planeta el teletrabajo por los no desplazamientos en vehículos que significa menos emisiones contaminantes, también beneficia al cambio climático por:
- Un uso mucho más reducido del papel al realizarse prácticamente todas las tareas laborales a través de la tecnología, sin tener que realizar grandes cantidades de impresiones que además de papel, generan residuos de tóner.
- Un uso mucho menor de recursos no renovables como la calefacción y la luz ya que se trabaja por lo general en un espacio mucho más pequeño en el hogar siendo además el propio trabajador, el que pagará las facturas derivadas del gasto de esas energías. En grandes oficinas y empresas no hay incentivos de ahorro y se derrocha cantidades astronómicas de energía innecesariamente a diario e incluso fuera del horario laboral.
- Hay una reducción parcial o total de los tan odiados envases de plástico puesto que el consumo de productos envasados para consumirlos fuera del hogar (normalmente en horario laboral) se reduce al estar en casa, y así se disminuye gran parte de los residuos materiales.
- Reducción de la contaminación acústica y lumínica al haber en las calles una menor densidad de población. Este tipo de contaminación suele estar bastante ignorada, pero afecta tanto a humanos como a la vida animal y silvestre. De ahí que se hayan visto todo tipo de animales paseando tranquilamente por las calles de varias ciudades españolas.
- Mejora la salud de las personas puesto que la contaminación que genera el transporte rodado, merma la calidad de vida de muchas personas produciendo patologías respiratorias y alérgicas, las cuales, abundan en España causando un exceso de fallecimientos.
- Se disminuyen considerablemente los accidentes de tráfico que se producen durante el viaje desde o hasta el trabajo (accidentes de tráfico “in itinere”) no existen ni las horas puntas ni los insufribles atascos de las grandes urbes.
Viendo lo beneficioso que es el teletrabajo para frenar las consecuencias del cambio climático ¿sería posible llevar a cabo un confinamiento cuyo objetivo fuera mitigar los efectos de esta crisis climática? ¿Cómo reaccionarías si de vez en cuando nos mandaran encerrarnos en casa a causa de esto? Sería un asunto muy peliagudo y las reacciones por parte de la población no se harían esperar en contra de esta medida.
A pesar de haber imágenes, vídeos, documentos y más material sobre el cambio climático que dan miedo, ese miedo ya no funciona para concienciar a la sociedad y a los políticos a que trabajen de una vez para reducir los niveles de dióxido de carbono que cada vez son más desorbitados y a su vez, existe también una negociación a puertas cerradas sobre la cuestión, que normalmente esconde detrás asuntos de dinero. Lo que está claro es que, en un futuro no muy lejano, los desastres naturales que se están dando con más frecuencia, serán aún más frecuentes y más agresivos, habrá crisis con el agua y crisis con los alimentos y se producirán a causa de todo esto, migraciones masivas.
Para no llegar a este extremo en el que se nos tenga que imponer un confinamiento para no acabar con el planeta en cuestión de poco tiempo, es momento de que el sector empresarial despierte y abra los ojos al mundo del teletrabajo confiando en sus trabajadores después de ver el impacto tan positivo que ha tenido este periodo, del que estamos saliendo, sobre el medio ambiente. Si se instalara el teletrabajo dos días a la semana, según los cálculos realizados por la “Fundación Más familia” se prevé que habría una reducción de 3 millones de toneladas de CO2 al año, para que nos hagamos una idea, eso equivaldría a eliminar las emisiones de toda la industria del metal de nuestro país.
Queda claro que es algo para tomárselo en serio, no dejarlo en algo puntual como consecuencia de esta pandemia y tenerlo muy en cuenta para empezar ya a frenar los desastres futuros que están por llegar a consecuencia del cambio climático. Posiblemente sea más tarea de los jóvenes apoyar esta transformación en la forma de trabajar, conseguir que las empresas de hoy en día se modernicen y se adapten al cambio y al compromiso con el medioambiente puesto que ha quedado más que demostrado que la productividad del trabajo, nada tiene que ver con el lugar desde el cual se esté realizando.
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