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¡Detecta la angustia y acaba con ella!

Para detectar la angustia tenemos que saber primero su diferencia con la ansiedad. Ambos estados pueden parecer sinónimos, pero presentan notables diferencias que debemos conocer. La angustia es una sensación intensa y desagradable que nos crea malestar tanto a nivel físico como mental. En este post te enseñaremos cómo detectarla y combatirla, ¡sigue leyendo para informarte y poder ayudar a las personas que la sufren!

¿Cómo detectar la angustia?

La angustia se manifiesta en nuestro cuerpo a través de efectos visibles como presión en el pecho, sudores fríos, temblores, mareos, náuseas o sensación de ahogo. Esta es la manera con la que nuestro cuerpo expresa que tiene miedo, está alerta o se siente nervioso. Si, como vemos, la angustia se exterioriza físicamente, la ansiedad lo hace de manera psicológica, por lo que no podemos hablar de ambos estados como si fueran el mismo.

Podemos decir que la angustia es un estado de afectación intensa. Cuando la padecemos, todo nuestro organismo lo nota. Algunas de las pistas que nos acercan a revelar este estado podrían ser las siguientes:

  • Excesiva preocupación por la salud de los familiares. La angustia hace que normalmente se tienda a una interpretación pesimista del más pequeño síntoma.
  • Tendencia exagerada a controlar todas las situaciones. Se quiere tener el control de cada actividad sin dejar nada al azar ni contemplar cambios en los planes establecidos.
  • Hiperatención. La persona con angustia está constantemente en alerta por si el peligro llegase en cualquier momento.
  • Miedos y fobias. Se asocia la angustia a miedos como la agorafobia o la claustrofobia, o también la hipocondría.

¡Combate la angustia!

Te damos algunas pautas para superar el estado que provoca la angustia:

Siente qué necesita tu cuerpo

Dependiendo de cómo se sienta nuestro cuerpo, podremos controlar la angustia. El límite se marca cuando se siente inquietud, desconfianza o miedo. En el caso de que nos sintamos ahogados, con presión en el pecho, mareos o náuseas, entonces debemos acudir al médico.

Intenta averiguar su origen

Muchas veces la angustia aparece por ponernos expectativas muy altas o inalcanzables, por ser muy autoexigentes con nosotros mismos, o por temer al futuro. encontrar el porqué de esta angustia nos ayudará a calmarla y sentirnos mejor. La introspección es la terapia más útil.

En el equilibrio está la virtud

Cuando nos obcecamos por conseguir metas de ese tipo, entramos en un círculo de contradicción entre lo que somos y lo que queremos llegar a ser. Esta distorsión de la realidad desemboca en la frustración, la cual nos conduce a la angustia. Dedícate el tiempo que necesites para salir de este ciclo y reflexionar sobre la parte positiva de lo que tienes ahora mismo. Puedes hacerlo también con gente de confianza, ya que exteriorizar tus sentimientos a través de las palabras siempre es una ayuda efectiva para combatir tus preocupaciones.

El Instituto HES te ofrece formación para poder ayudar a gente que padezca este tipo de estados. ¡Entra en Emagister y contacta con nosotros si quieres más información sobre tu formación o si tienes dudas!

 

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