Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Discapacidad sensorial en la infancia

Seguramente, el término discapacidad, es claro para la mayoría de las personas, sin embargo, si se menciona el término discapacidad sensorial, probablemente, el concepto genere más dudas que el inicial. En este artículo se responde a las principales dudas y se explica todo lo que se debe saber sobre este tipo de limitación. Si el objetivo es adquirir un conocimiento más profundo sobre este tema, es recomendable estudiar la Formación Atención Temprana y conocer los diferentes trastornos y discapacidades que pueden desarrollarse en la infancia y adolescencia.

¿Qué es la discapacidad sensorial?

Es la discapacidad de al menos uno de los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto o tacto). Dificulta, principalmente, el intercambio de una persona con el mundo que la rodea. Sin embargo, se debe entender que cuando se habla de una discapacidad, esta se suele reducir a un déficit auditivo o visual. También puede tratarse de ambos a la vez.

¿Qué ocurre ante un diagnóstico de este tipo?

El área del lenguaje debe ser reeducada desde un primer momento. Así, el individuo afectado podrá expresarse libremente con personas que también hayan sido re-educadas y sean capaces de descifrar sus mensajes. Estas personas, acompañarán su crecimiento y su maduración. Todo, con el objetivo de que la vida social se vea afectada lo menos posible.

Clasificación de las discapacidades sensoriales

Existen diferentes tipos de discapacidades sensoriales. Conocerlas, permite tratar adecuadamente a niños que padecen este problema. Las principales:

  • Ceguera: También denominada hipovisión con agudeza visual no superior a 3/10.
  • Sordera: Es la atenuación auditiva (en ambos oídos) superior de 25 decibelios.
  • Sordoceguera: Recibe este nombre la discapacidad auditiva y visual.

Como se mencionó anteriormente, también existen la discapacidad gustativa, olfativa y táctil. Es importante aclararte que las discapacidades sensoriales bajo tratamiento adecuado no impiden a una persona llevar una vida (casi) normal. De hecho, puede ser igual o más exitosa que la de otro individuo que no debe lidiar con este problema.

Desarrollo sensorial en la infancia: ¿por qué es tan importante?

Sin duda, la intervención en toda persona con discapacidad sensorial debe iniciarse en la infancia. Cuanto antes, mejor. ya que así el niño aprenderá a vivir con ese déficit, sin que ello influya en su desarrollo posterior. Para ello, los primeros juguetes y juegos serán protagonistas del desarrollo. Ayudarán a conectar con el mundo de una manera singular pero exitosa.

Un niño con discapacidades sensoriales puede desarrollar el mismo tipo de actividades lúdicas. Si bien existen juguetes especialmente diseñados para atender cada tipo de discapacidad, no es necesario invertir dinero extra. Todo juego tiene un efecto potenciador en un pequeño (cualesquiera que sean sus características). Además, motivará sus habilidades innatas y aquellas que podrían desarrollarse todavía mejor.

Retomando el concepto inicial, existen cinco tipos de discapacidades sensoriales. De las cuales es importante conocer algunos detalles específicos del desarrollo sensorial en infantes discapacitados visuales y auditivos.

Discapacidad visual

Un bebé ciego o con una visión pobre presenta dificultades en su desarrollo motor. Al no ver, le resulta difícil conocer el mundo que le rodea, identificar espacios, calcular dimensiones, etcétera. Moverse, gatear y luego caminar le demanda más tiempo que a un niño sin problemas de vista. Pero lo importante no es medir los tiempos requeridos, sino los logros alcanzados. En este caso se habla de independencia física y emocional. También, de su autonomía, y de sus relaciones con el entorno. Si la estimulación de su desarrollo sensorial es precoz, un niño ciego puede integrarse en su medio sin problemas.

Discapacidad auditiva

En el caso de la audición disminuida, el desarrollo intelectual es más difícil. Y es que el bebé sordo posee un modo particular de incorporar la lengua. Y, como la adquisición del lenguaje tiene repercusiones a nivel conductual, es previsible que un sordo sea más tímido. Se mostrará más retraído y nervioso. Aquí se debe tener en cuenta que es

este niño o niña es alguien aislado de un mundo que, para él o ella, se halla en completo silencio. No obstante, su vida puede normalizarse con el tiempo. Precisa para ello a familiares, maestros y profesionales de salud. Todos trabajarán en conjunto para que incorpore el lenguaje de señas, aprenda a leer los labios, etcétera.

La intervención en el desarrollo de habilidades sensoriales

Las capacidades sensoriales son fundamentales para el crecimiento y la maduración de todo niño. Son las que le permiten recibir información de su entorno (sonidos, sabores, texturas) y de su propio cuerpo (sensación de frío o hambre) y, así, conocer el mundo. Por tal razón, ante una discapacidad sensorial, el estímulo continuo de las habilidades sensoriales es primordial para el buen desarrollo en la niñez.

Ejercicios de estimulación

La estimulación sensorial procura evitar el retraso cognitivo o motor motivado por una discapacidad sensorial. Se trata de una serie de ejercicios y actividades con base científica y neurológica. Lo que buscan es avivar las habilidades sensoriales para facilitar el desarrollo general y, posteriormente, el proceso de aprendizaje. En este caso es importante tener claro que la estimulación sensorial no es exclusiva de los discapacitados sensoriales; es positiva para todos los niños.

En el caso de la discapacidad sensorial visual, los juegos de estímulos visuales suelen ser efectivos. Incluye actividades, como jugar con un espejo, con linternas o con luces de Navidad. También son positivos los que incluyen papeles de colores y pinturas.

En niños sordos, el trabajo terapéutico consiste en ayudar a conectar sensiblemente con el mundo, empezando con los padres. Más adelante, las terapias del habla ayudan a adquirir un lenguaje posible. Se habla de un entrenamiento en los primeros años de vida. Una dedicación para que ese ser humano en proceso de formación pueda incorporarse al mundo con menos obstáculos. Los juegos en los que se aplaude, se hace sonar un objeto con cascabeles o un instrumento aportan buenos resultados.

Texturas y temperaturas

En casos de discapacidad táctil, hay que jugar con texturas, temperaturas y materiales, como el agua, la arcilla, la lana o el hielo. Ayudan a «despertar» el sentido afectado de una manera natural, es decir, jugando. Asimismo, la exposición de un niño a diversos aromas u olores facilita el aprendizaje en niños con discapacidad olfativa. Y ante un diagnóstico de discapacidad gustativa, distintas experiencias resultan positivas. Por ejemplo, los juegos con alimentos de diferentes gustos y hasta el simple hecho de mascar chicle.

En cualquier tipo de discapacidad, siempre es importante valorar los diferentes niveles en el desarrollo de habilidades sensoriales durante la niñez y su estimulación continua.

Si te pareció interesante esta publicación y quieres descubrir toda la oferta formativa de FORMAINFANCIA EUROPEAN SCHOOL, ponte en contacto con Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso perfecto para ti.

Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia ¡deja tu opinión en este formulario y ayuda otros estudiantes como tú a escoger mejor!

 

Deja un comentario