Hay quien tiene el prejuicio de que la Historia es una asignatura aburrida por su estrecha relación con el pasado. Sin embargo, cada vez hay más docentes que se esfuerzan en demostrar lo contrario. Este es el caso de Diego Téllez. profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de La Rioja. ¿Qué se ha propuesto Téllez? Pues muy sencillo: incorporar las nuevas tecnología a la enseñanza de las Ciencias Sociales. Por este motivo, ha desarrollado, junto con sus alumnos, el proyecto Doña Jacinta 2.0. A través de una ficción literaria, los estudiantes responden a la pregunta siguiente: ¿cómo actuaría Jacinta Martínez de Sicilia y Santa Cruz, duquesa de la Victoria, si tuviera redes sociales? De hecho, este personaje del siglo XIX ya dispone, gracias al proyecto, de perfil de Facebook y blog personal.
“Nos planteamos cuestiones como qué sentiría, de qué se sorprendería, qué no soportaría, qué le encantaría, qué desearía contar a sus seguidores sobre sí misma, sobre su marido, sobre su época, cómo se adaptaría a nuestra sociedad, a las nuevas tecnologías, a Internet…”, explica Diego Téllez. Además, el punto fuerte del proyecto es su vocación transmedia, que abarca más de un perfil. En otras palabras, Doña Jacinta 2.0 está pensado para alumnos de Primaria, Secundaria y también universitarios. La idea es que los estudiantes o profesionales de la Historia comprendan la vida de esta duquesa, esposa del general Espartero, y se pregunten cómo actuaría en la actualidad. ¿Y tú? ¿Quieres saber más sobre Historia? ¡Consulta los cursos disponibles en Emagister y empieza tu idilio con el pasado!
¿Qué nos enseña el proyecto Doña Jacinta 2.0?
- La necesidad de romper los tópicos. Hace unas semanas, en este mismo blog, nos hacíamos eco de la iniciativa de un profesor de Historia del Colegio Madrigal de Fuenlabrada (Madrid). En este caso, César Moreno Cantano propuso a sus alumnos que hicieran los deberes a través de WhatsApp. ¿Qué tienen en común ambas iniciativas? En primer lugar, la necesidad de vincular la Historia con las herramientas pedagógicas de hoy. En segundo lugar, la voluntad de desencasillarla para que los alumnos no la vean como una asignatura aburrida.
- Estudiar el pasado para entender el presente. Una de las máximas que siempre se repite en las clases de historia es la necesidad de analizar el pasado para entender el presente. En efecto, no podemos comprender la sociedad de hoy sin ser capaces de analizar de dónde venimos. Este aspecto es especialmente importante en un entorno que premia la inmediatez y que a menudo margina los estudios de Humanidades.
- Las nuevas herramientas pedagógicas, también en la universidad. Como futuros docentes, es imprescindible que los estudiantes estén al día de la evolución de las investigaciones en Pedagogía. De hecho, plantear el aprendizaje como un juego (lo que conocemos como gamificación) suele contribuir a mejorar la motivación y la atención de los alumnos. ¡Atrévete a innovar!
¿Y tú? ¿Qué trucos utilizas para que los alumnos se interesen por las Humanidades? ¡Comparte tu experiencia con nosotros y ayúdanos a enriquecer el blog de Emagister.
Fuente: Educación 3.0
