Para el escritor argentino Jorge Luis Borges la biblioteca era el mejor lugar del mundo y parte del extranjero. En el «Poema de los dones» escribió: “Yo, que me figuraba el Paraíso/ bajo la especie de una biblioteca.” Pues en esta historia la protagonista principal es una biblioteca un tanto particular: una biblioteca camello. Sí, lo has oído bien: se trata de un almacén de libros móvil que se encuentra en el lomo de este animal del desierto. Su promotor es Dashdondog Jamba, un escritor de Mongolia que se propuso hacer llegar la literatura a todo el mundo. Por este motivo, transporta libros y los pone a disposición de los niños de todo el país. De hecho, ya ha cruzado el desierto de Gobi. ¡Todo un reto!
“Es un poco diferente de otras bibliotecas”, explica Jamba. “Las paredes de esta sala de lectura están hechas de montañas cubiertas de bosque, el techo es azul, el suelo es una estepa cubierta de flores, y la bombilla de lectura es el sol.” La iniciativa se ha dado a conocer en Europa ahora, pero funciona desde 1990. ¿Cómo surgió? Pues muy sencillo: cuando Mongolia abandonó el comunismo y adoptó el libre mercado, el acceso a la lectura seguía sin estar garantizado al 100%. En consecuencia, Dashdondog Jamba decidió emprender su aventura como bibliotecario ambulante, una tarea por la cual no recibe ningún tipo de remuneración: solo obtiene beneficios escribiendo literatura infantil y traduciendo obras diversas. ¿Y a ti? ¿Te gustaría saber más sobre las bibliotecas? ¡Consulta los cursos disponibles en Emagister y ponte manos a la obra!
¿Qué nos enseña la historia del camello biblioteca?
- El acceso a la lectura, un derecho universal. Como ya hemos comentado en otros posts, las desigualdades sociales dificultan el acceso a la educación y a la lectura como forma de ocio. Por suerte, el interés y el voluntarismo de algunos profesionales contribuye a reducir esta situación injusta.
- La vocación mueve montañas. Uno de los aspectos que convierte esta historia en extraordinaria es la vocación de Jamba. Decidió dejarlo todo y trabajar desde el altruismo. Gracias a su autofinanciación, ha logrado que todos los niños de Mongolia puedan disfrutar de un libro si lo desean.
- Las bibliotecas móviles, una iniciativa con recorrido. A lo largo de la historia, las bibliotecas móviles han solventado las dificultades de acceso a la lectura. Por ejemplo, durante la Guerra Civil española, el bibliotecario Jordi Rubió ideó el Bibliobús, un bus que visitaba el frente para facilitar lecturas a los soldados que luchaban.
¿Conoces alguna otra idea original para promocionar la lectura? ¡Comparte tu experiencia con nosotros en un comentario!
Fuente: Blog de la biblioteca de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca
