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El cuerpo mecánico versus el cuerpo orgánico

El cuerpo es la parte visible de uno mismo. Puede tratarse como un objeto más, compuesto de músculos, huesos, articulaciones, tendones, vísceras y todo ello se comporta como una buena máquina a la que hay que cuidar, fortalecer y embellecer para adquirir el estatus de «estar en forma». Este es un concepto de cuerpo mecanicista o productivo, en la publicidad, en el consumo, en el ocio.

Según nuestro punto de vista,  el cuerpo orgánico es una fuente de conocimientos y de valores formativos que amplían nuestra experiencia vital individual y colectiva. 

El ámbito de la Gimnasia Consciente o Movimiento Orgánico es el ámbito de un cuerpo sensible, pensante y gratificante. A través de la autoconsciencia el cuerpo es como una caja de resonancia que despierta nuestra memoria, nuestra imaginación y nos abre las puertas de una distinta forma de abordar nuestra conexión con él desde un enfoque integrador psico-físico. 

Cuando repetimos un movimiento muchas veces de manera automática, sin una percepción afinada, se establece una mecánica sin sensaciones propioceptivas y nuestra concentración se disipa, se difumina. El movimiento se vuelve automático y sin ningún tipo de eco sensitivo kinestésico.

Si nos damos cuenta son dos modos de vivir en el cuerpo: en uno estamos atentos a lo que el cuerpo siente y cómo nos afecta, lo cual implica una actividad  compleja e integradora, mientras que en el otro, el movimiento automático, implica una actividad mucho más sencilla e inmediata. Ambos modos de relacionarnos con nosotros mismos, queramos o no, dejan una huella en nuestro cerebro y configuran nuestra estructura como personas. 

La neurocientífica Nazareth Castellanos, en su libro “Neurociencia del cuerpo” comenta con cierto pesar:

Como he repetido muchas veces hubiera agradecido en mi formación académica que me enseñaran a observar mi cuerpo, que me avisaran de que la respiración puede ser una aliada, o que aquel alimento que ingiero se puede transformar en conducta. Aunque hubiese sabido un poco menos de historia o matemáticas, creo que esa enseñanza habría merecido la pena. Los estudios científicos van en esta línea. Espero que llegue pronto a las aulas. (Castellanos, 2022: 216-217).

Esta idea que la investigadora Castellanos aporta hoy, en el año 2023, en nuestro Estudio Schinca llevamos desarrollándola desde 1970. Marta Schinca, catedrática emérita de Expresión Corporal, ha realizado grandes aportaciones en el campo de la educación, la terapia y las enseñanzas artísticas. A partir de la Gimnasia Consciente o Técnica del Movimiento Orgánico dio a conocer cómo la toma de consciencia del propio cuerpo abre una inmensa puerta a la salud física y emocional, imprescindible para la autorrealización de la persona.

Bibliografía:

Castellanos, Nazareth. (2022) . Neurociencia del cuerpo. Cómo el organismo esculpe el cerebro. Barcelona: Editorial Kairós.

Schinca, Marta. ( 2010). Expresión corporal. Técnica y expresión del movimiento. Madrid: Editorial Wolters Kluwer (4ª edición).

Schinca, Marta. (2011). Psicomotricidad, ritmo y expresión corporal.  Madrid: Editorial Wolters Kluwer. (2ª edición)

Escrito por:

Helena Ferrari

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