El NEAT es el gasto energético que generan las actividades rutinarias diarias. Las prácticas más extendidas cuando se busca perder peso son el ejercicio habitual y el control alimenticio, siendo un equilibrio entre las dos la combinación ideal. Pero hay otras prácticas que pueden ser de ayuda cuando se busca adelgazar; aunque conviene conocer el metabolismo de nuestro cuerpo y entender cómo funciona y cómo usa el cuerpo los nutrientes en la actividad física, materia en la que se puede ser un experto con el Curso Nutrición Deportiva.
El NEAT (del inglés “Non-exercise activiy thermogenesis”) es otra fuente de gasto energético, junto con el metabolismo basal (la energía para el funcionamiento básico del cuerpo) y la actividad física diaria. Que puede contribuir a la quema de grasas y al adelgazamiento.
Aquí NEAT hace referencia a todas nuestras actividades diarias que no corresponden a actividades deportivas, pero que si acarrean cierto desgaste físico y consumo calórico; en esta categoría entrarían caminar, ir a hacer la compra, subir y bajar escaleras, limpieza del hogar, pasear mascotas… Todas las actividades que impliquen moverse y que sean parte de nuestro día a día.
Para poder conocer el valor calórico que tiene el NEAT en cada caso, se deben considerar las necesidades energéticas de la persona, lo que incluye:
- Tasa metabólica basal (TMB). Entre el 60 y el 75% del gasto diario, y sobre el que no tenemos influencia, ya que es la energía que requiere el organismo para realizar las funciones vitales sin desgaste adicional, lo que quiere decir que es el mantenimiento del cuerpo en reposo.
- Actividad física. Sobre este sí tenemos influencia, aunque el porcentaje es mínimo. Depende de la intensidad, tipo de ejercicio y regularidad de la práctica, incluyendo el gasto calórico en entrenamientos, posibles competiciones y, en esta categoría, también entraría el NEAT.
- Acción termogénica. Es la energía y el gasto calórico que nuestro cuerpo requiere para procesar y digerir alimentos una vez consumidos.
El gasto calórico del NEAT es muy variable, y depende en gran medida de lo activo que sea el estilo de vida de cada persona. Si se disecciona un día, de las 24 horas dedicamos ocho a dormir, otro par se dedicaría a las comidas y normalmente entre una y dos a actividades físicas, con lo que el resto del día tocaría mantenerse en movimiento y hacer otras actividades para que el gasto calórico del NEAT sea superior. Por poner un ejemplo, estar sentados dos horas y media menos al día, y dedicar ese tiempo a movernos y estar activos, puede suponer un gasto extra de 35o calorías al día.
Es difícil calcular el NEAT con exactitud, ya que no es una cantidad de calorías fijada por actividad, el gasto energético depende de otros factores como la genética, el sexo, el metabolismo, el peso, el porcentaje de masa muscular, y otras variables de cada persona.
De todos modos con los relojes o pulseras de actividad se puede monitorizar la actividad diaria, contar los pasos que se dan y controlar las calorías gastadas. Una vez restadas las calorías del ejercicio físico, debería quedar la cantidad aproximada del gasto causado por NEAT.
Para aumentar el gasto calórico y poder perder peso hay que huir de los estilos de vida sedentarios, teniendo rutinas activas y con pequeñas actividades que pueden causar gran diferencia; como subir las escaleras en lugar de ir en ascensor, ir caminando o en bici para moverse en lugar de coche, moto o transportes públicos, ir a hacer la compra andando, limpiar la casa y cuidar las plantas, pasear y jugar con las mascotas, realizar algún deporte al aire libre alguna vez a la semana, estirar las piernas cada poco rato si se tienen trabajos sedentarios y realizar planes de ocio más activos, como paseos y senderismo, entre otros. Todos esos pequeños cambios en el estilo de vida pueden suponer un incremento sustancial en el NEAT, y de forma diaria.
La importancia del NEAT para perder peso es la necesidad de gastar más calorías de las que ingerimos en esos momentos, ya que es la única manera de adelgazar. Ello puede incluir comer menos, o más sano, o una mayor actividad física, aunque idealmente una combinación de ambas es más efectiva. Pero sin déficit calórico es imposible perder peso, aunque se debe conocer las calorías que necesita el cuerpo en reposo, ya que es algo para lo que cada organismo necesita una cantidad de energía distinta.
De todos modos, hay que trabajar para que la pérdida de peso sea saludable y se mantenga, aunque ello implique perder poco a poco peso. Y es que las dietas de menos de 1000 calorías diarias no se consideran adecuadas por su bajo aporte calórico, y suelen provocar cierto rebote y recuperar peso cuando se vuelve a cierta normalidad.
Se suele aconsejar aumentar el metabolismo con actividad física y controlar la ingesta de calorías, con, como se ha dicho más arriba, la combinación entre ambas como fórmula ideal que además puede permitir una mayor tonificación y una menor pérdida de masa muscular.
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