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¡El teletrabajo es una herramienta que ha llegado para quedarse!

El coronavirus y el posterior decreto de Estado de Emergencia dentro del territorio español nos dejó obligados a una reconstrucción de la normalidad personal y profesional. Lo que nos llevó a adaptarnos de manera rápida a los cambios que estaban por venir y familiarizarnos con una nueva realidad.

Varias empresas y comercios han empezado su actividad económica de  acuerdo a las normativas del Gobierno junto con las medidas obligatorias por parte del Ministerio de Salud. Lo cierto es que las empresas que durante el confinamiento se vieron obligadas a usar herramientas como el teletrabajo, no solo han mantenido el empleo de muchos de sus trabajadores, sino que han permitido crear lazos de confianza con el trabajador en el desarrollo de sus funciones desde casa. Lo cual ha resultado positivo y constructivo para ambas partes. Las empresas se benefician de que el empleado siga cumpliendo su función y el trabajador se motiva al sentir el respaldo y confianza de su empleador en la consecución de los objetivos de la empresa.

En muchas regiones de España, gracias a la fase 2 de desescalada (vigente a partir del 1 de junio), que incluía la eliminación de las franjas horarias, la ampliación del número de personas que pueden reunirse, la visita a familiares en residencias o la apertura de playas y piscinas, ha sido el primer paso hacia la construcción de la nueva normalidad. Ahora, a más de seis meses de que fuera decretado el Estado de Alarma, y como consecuencia el confinamiento, las compañías aún se encuentran cautelosas en cuanto a la reincorporación de sus empleados a sus puestos de trabajo o la obligatoriedad de cumplir con una jornada 100% presencial. Las empresas prefieren crear planes internos que garanticen el bienestar de las personas y así evitar el contagio en el lugar de trabajo.

Cambio de mentalidad

Sin duda el 2020 nos ha cambiado radicalmente la forma de pensar, en los últimos seis meses hemos instaurado hábitos y rutinas de vida totalmente diferentes a las preconcebidas. Una realidad post-covid se abre tanto para las empresas, quienes tratan de adaptar sus procesos a esta nueva situación, como también al empleado, quien lucha por mantener su nuevo estilo de vida.

Antes de la covid-19 y el confinamiento obligatorio, el teletrabajo era concebido como el privilegio de unas pocas empresas para sus trabajadores quienes, con suerte, podían ejecutarlo 1 día a la semana o tal vez nunca. Los departamentos de Recursos Humanos lo asociaban a un beneficio exclusivo y diferenciador de las empresas, al que pocos empleados podrían llegar a acceder en la práctica. Existía el prejuicio de que, si un trabajador optaba por este beneficio, era menos productivo, no llegaba a cumplir con sus obligaciones del día o utilizaba el día para el disfrute personal. Ahora, el panorama es totalmente diferente: de la exclusividad y selectividad, pasamos a la obligatoriedad y necesidad del colectivo para poder desarrollar una función y mantener los puestos de trabajo desde casa gracias a internet.

La digitalización y las aplicaciones de las nuevas tecnologías de la información han jugado un papel muy importante en el mundo corporativo. Son las gestoras de los nuevos empleos que surgen a diario en internet y las herramientas que permiten la continuidad de los puestos actuales. En el futuro cercano, estos instrumentos digitales lograrán que el teletrabajo eventualmente se posicione como la nueva normalidad en el entorno profesional. Eliminará las barreras de ubicación y agilizará el desarrollo de nuevos proyectos, gracias al acceso de la información en tiempo real.

El teletrabajo es una herramienta muy potente que ha llegado para quedarse, pero quizá ha llegado antes de lo previsto. Falta tiempo para que las empresas aprendan a gestionarla correctamente y los empleados entiendan cómo utilizarla a su favor. Las compañías han improvisado en la ejecución y han ido adquiriendo resultados y aprendizajes sobre la marcha. Las posibilidades de la herramienta son infinitas si se quiere promover la transformación de la organización y la eficiencia de los sistemas en el futuro cercano.

Nuevas oportunidades

La aceleración de la incorporación del teletrabajo y el papel de las nuevas tecnologías cambian totalmente el panorama laboral que conocíamos hasta la fecha.

De acuerdo con un estudio realizado recientemente por Randstad, el mundo laboral cambió totalmente a raíz de esta pandemia y no sólo las empresas han de adaptarse a esta nueva normalidad, sino los empleados también deben aprender a gestionarse mejor para garantizar la optimización de su tiempo y la consecución exitosa de sus funciones.

Este estudio revela que en los primeros meses del confinamiento, el 42,8% de las empresas españolas ha implantado exitosamente las medidas de teletrabajo para poder continuar con su actividad durante el confinamiento. Pero en contraposición, esta situación ha sorprendido a muchas otras, que no habían ofrecido a sus empleados planes adecuados de formación. En este sentido, el 58% de los trabajadores españoles consideraba antes del comienzo de la crisis, que su puesto disponía de todo lo necesario para poder teletrabajar, pero las compañías no brindaban el apoyo necesario. Además, el 68,6% de los empleados españoles quería teletrabajar, pero no podía porque su empresa no se lo permitía.

Para las empresas

Aunque es una tendencia que ha tomado a todos por sorpresa, no podemos decir que las empresas no han hecho todos los esfuerzos para adaptarse correctamente a las necesidades del entorno y de sus mismos empleados. De hecho, hay avances significativos para que sus trabajadores obtengan las herramientas y las formaciones necesarias para poder desarrollar las funciones desde casa. Han dado ordenadores portátiles, pantallas y todos los equipos necesarios para conectarse sin problema. Han ofrecido cursos de formación para aquellos empleados con dificultades en el uso de estas nuevas herramientas digitales y han creado plataformas de comunicación apoyadas con el departamento de Recursos Humanos, para tener una comunicación mucho más cercana con sus empleados a pesar de la distancia. Además, este tiempo se ha transformado en la oportunidad de ahorro para las empresas, una reducción de sus costes mensuales, la subutilización de suministros e instalaciones, reducción de riesgos laborales para sus trabajadores, entre otras comodidades. 

Para los empleados

Para este colectivo también representa un reto importante a capitalizar. Sobre todo, con la gestión del tiempo personal y laboral. Se ha comprobado que, durante la fase de confinamiento, los empleados dedican mucho más tiempo y horas del día al desarrollo de sus funciones laborales. Al no tener una presión de desplazamiento, extienden involuntariamente sus funciones. No marcan una rutina semanal, por lo que empieza a repercutir en cansancio, mayores índices de estrés y carga laboral. 

Al no ser una herramienta que se haya utilizado previamente, el empleado debe aprender a gestionar su tiempo y a crear rutinas saludables que le permitan separar la vida profesional y laboral. De otra manera, el teletrabajo podría llegar a afectar los índices de motivación, felicidad y compromiso laboral, así como en casos extremos, la salud. Los empleados deben empezar a ver la posibilidad de trabajar desde casa como un beneficio en vez de una obligación con la empresa. Aprovechar el tiempo, el ahorro en desplazamientos y las facilidades informáticas, serán la clave de la superación de este nuevo desafío laboral.

Es cierto que todavía falta mucho camino por recorrer en el uso correcto del teletrabajo y que para poder gestionarlo correctamente falta tiempo y aprendizajes que solo la experiencia nos puede dar. Es una herramienta que tocó a nuestra puerta sorpresiva e inesperadamente, pero se quedará en el ámbito profesional.

Ahora, más que nunca, las empresas han aprendido las ventajas y oportunidades que ofrecen la nueva visión laboral digitalizada y no escatimarán en tiempo y esfuerzos para mantenerlas vigentes. Depende de cada uno de nosotros cómo la empleamos y aprendamos a sacar el mayor provecho de ella no solo para conseguir el éxito profesional sino para tener una mayor calidad de vida.

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