La Formación Profesional ya se ha convertido en una opción de primera, y las empresas valoran cada día más las competencias de los titulados de Ciclos Formativos de Grado Superior. Los Ciclos Formativos cuentan con una muy alta inserción laboral, especialmente los relacionados con tecnología, sanidad, marketing y publicidad, lo cual es garantía de éxito en medio de tanta incertidumbre laboral.
Por primera vez en 20 años, la oferta de empleo para titulados de Formación Profesional supera a la de egresados universitarios. Entre las razones de este cambio están, sin duda, los esfuerzos dirigidos a modernizar y flexibilizar estos estudios, acercar sus contenidos a las necesidades del mercado laboral y ofrecer una nueva imagen de la misma.
Ahora bien, en una situación en la que las ofertas de trabajo son finitas, y dando por supuesto que el nivel de conocimientos adquiridos en la formación recibida a lo largo de los dos años de duración del Ciclo Formativo de Grado Superior es, al menos, aceptable, la clave diferenciadora pasa por incorporar en los itinerarios de estudio habilidades y competencias que van más allá de los contenidos de los
currículos oficiales. Las empresas del futuro buscan personas capaces de resolver problemas, trabajar en equipo, tener iniciativa, contar con inteligencia emocional, etc. Estas competencias transversales se adquieren principalmente en el entorno laboral, trabajando. Las fórmulas que lo hacen posible dentro de un entorno educativos son diversas. Una de ellas, es la que propone la formación DUAL, modalidad de Formación Profesional que reparte la responsabilidad formativa entre el centro educativo y la empresa, por lo que el alumno adquiero conocimientos teóricos y prácticos en ambos entornos en casi igualdad de número de horas. Otra de las vías de desarrollo de las competencias profesionales es que el centro educativo sea capaz de reproducir entornos reales simulando ecosistemas empresariales o sanitarios que permitan a los estudiantes arrancar su andadura laboral en un foro muy controlado pero a la vez real. Para ello, es muy imporante que la institución educativa cuente con los recursos, herramientas y softwares más punteros en cada una de las áreas de especializción, así como con profesores-profesionales que traigan a dichos entornos una dilatada experiencia generando un diálogo constante entre alumnos y profesores de distintas procedencias y con diferentes habilidades y formas de pensar.
Las competencias transversales son imprescindibles para acelerar la empleabilidad de una persona. La combinación de conocimientos, habilidades y competencias es lo que hace cada trabajador único, es la clave de su empleabilidad. Resulta también muy destacable a la hora de enfrentarse al mercado laboral, incorporar programas de acompañamiento específico que tengan en cuenta los diferentes talentos, pasiones e inquietudes de cada unos de los estudiantes porque la misma fórmula no sirve para todos y eso que nos hace distintos, también nos hace únicos, no solo como personas sino también como profesionales. Trabajar para potenciar aquello que mejor sabe hacer cada alumno y desarrollar los aspectos de mejora, constituye una estrategia diferenciadora indiscutible para convertirles en profesionales con los conocimientos, las habilidades y la amplitud de miras necesaria para ser capaces de trabajar en cualquier entorno y cultura.
El reto es muy grande, y exige que los centros educativos se conviertan en observatorios de tendencias y necesidades del mercado laboral, pero también es un ejercio que debe interpelar a las empresas para que asuman un mayor protagonismo en la actualización de contendios así como en la formación teórico práctica y en la retibrución de los jóvenes estudiantes de Formación Profesional mientras estén estudiando, y cuando acceden al mercado laboral.
¿Merece la pena? Sin duda alguna. Acceder a un empleo al terminar los estudios de Formación Profesional es la situación ideal para cualquier joven y, en general, para la sociedad. Se trata sin duda alguna de un hecho que constituye un mecanismo de inclusión social, desarrollo de relaciones interpersonales, motor del desarrollo personal y fuente de importantes satisfacciones. De ahí la enorme responsabilidad que tenemos los centros educativos por formar a nuestros alumnos para que sean profesionales con inquietud para estar en constante proceso de actualización de contenidos y adaptación a diferentes entornos de trabajo, en definitiva, para potenciar su capacidad para ser competentes y competitivos en un mercado laboral sujeto a constantes cambios.
¿Te pareció interesante este artículo? Puedes revisar toda la oferta formativa de la CETYS Francisco de Vitoria, o ponerte en contacto con Emagister y resolver cualquier duda con nosotros.
Si eres ya un estudiante de este centro y quieres valorar tu experiencia, ¡deja tu opinión gracias a este formulario!
