La terapia de pareja es una buena forma de solucionar los conflictos que surgen en el seno de una relación amorosa. No obstante, pese a los elevados casos de éxito, son todavía muchas personas las que son reticentes a ir una terapia de estas. Por ello, en esta entrada, te despejamos todas las dudas: te contamos qué se trabaja y en qué consiste este tipo de psicoterapia. ¿Quieres formarte en este ámbito de la psicología? La Escuela de Postgrado de Psicología y Psiquiatría imparte un máster especializado para convertirte en terapeuta de parejas.
¿Qué es una terapia de pareja?
En una relación es habitual pasar por baches o temporadas en las que todo no va bien. En estos casos, una terapia de pareja puede contribuir a resolver estas dificultades. Hablamos de un tipo de psicoterapia que ayuda a los miembros de una relación a solucionar sus problemas. El objetivo es claro: fortalecer la unión y solventar todos esos conflictos que acechan a la pareja.
¿Qué se hace en una terapia de pareja?
Para lograr una solución entre las partes, un terapeuta de parejas lleva a cabo diferentes funciones con los miembros implicados. Cada sesión es diferente a la anterior, ya que el psicólogo va incorporando distintas técnicas y estrategias para reconducir la situación.
Una sesión de terapia de pareja puede durar de una a dos horas y se realiza en conjunto o con cada uno de los miembros por separado. Eso sí, el terapeuta siempre escuchará a las dos partes y analizará la situación. Se puede decir que un psicólogo de parejas es un mediador para que ambos miembros se escuchen y se sientan más comprendidos.
Al seguir este tipo de psicoterapia, los dos miembros de la relación se comprometen a luchar por la misma y ambos se esforzarán para poner en marcha pequeñas mejoras, teniendo en cuenta las estrategias propuestas por el especialista.
En función de la pareja, el tiempo que lleven juntos o los problemas, una terapia de pareja durará varias sesiones. Pueden ser 3, 5 o 20, hasta que el profesional se cerciore de que todo marcha como debería.
¿Cuándo acudir a un terapeuta de pareja?
Los motivos concretos para acudir a una terapia no son cerrados. Muchas parejas pueden optar por acudir a una sesión para protegerse ante los problemas. Otras personas deciden ir porque realmente observan ciertas pautas o comportamientos que dañan el vínculo.
Eso sí, los psicólogos establecen unas razones comunes en la mayoría de los casos. Estas son las siguientes:
- Solucionar problemas en las relaciones que no avanzan, que están atascados.
- Detectar actitudes dañinas en la relación.
- Superar problemas relacionados con el duelo que han afectado a la relación. Puede ser la muerte de un hijo, la muerte de un familiar e, incluso, una mascota.
- Aprender a comunicarse de manera efectiva, cuando en la relación existen malas costumbres como alzar la voz o descalificar a la otra persona.
- Lidiar con las infidelidades.
- Ayudar a parejas que se encuentran en crisis: por la monotonía, el bajo deseo sexual o el aburrimiento, entre otros motivos.