¿Te imaginas que vas a la ferretería y que por 300 dólares puedes construir tu propia silla de ruedas adaptable? Eso es lo que ha conseguido un equipo de ingenieros, fisioterapeutas y rehabilitadores del Laboratorio de Innovación Ciudadana de Argentina (Labicar), organizado por la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y el Gobierno de la provincia de Santa Fe (Argentina). Pero, ¿cómo lo han hecho? En un principio, Jonathan Ramírez inventó un prototipo de silla de ruedas que más adelante desarrolló el equipo de Labicar y que cualquier persona puede copiar y modificar para adaptarla a sus necesidades. Y todo a un precio mucho más económico que los 2.000 dólares que valen las sillas de ruedas normalmente en el mercado. Como tiene licencia libre, todo el mundo puede encargar las piezas necesarias en una ferretería a muy bajo coste.
Sin embargo, el proceso para llegar a este prototipo no ha sido sencillo. Labicar trabajó durante once días para fabricar una silla de bipedestación de bajo coste, pero necesitaban a un niño que la probase. Finalmente, encontraron a unos padres dispuestos a que su hijo Thiago, con parálisis cerebral, la utilizara. La silla de Jonathan Ramírez no solo es más barata: como tiene el asiento regulable, permite a Thiago estar cómodo en el pupitre, ponerse erguido para poder hablar a la misma altura que sus compañeros e incluso bajar hasta el suelo para coger sus juguetes. La silla regulable permite también más movilidad y, por tanto, una mejora física. En última instancia, el prototipo de Labicar ayuda a los niños con discapacidad a integrarse, al facilitarles la interacción con el resto de alumnos de la clase. En Emagister aplaudimos el proyecto de Jonathan Martínez y Labicar y esperamos que pronto se pueda hacer extensivo a todo el mundo.
¿Qué podemos aprender de la silla de ruedas de Jonathan Martínez?
- La robótica y la calidad de vida. A menudo, parece que las innovaciones en robótica son cosa de películas de ciencia ficción, pero no siempre es así. Es bien sabido que las nuevas tecnologías aumentan la autonomía de los discapacitados. En este caso, de una forma sencilla y colaborativa se ha conseguido desarrollar una silla de ruedas barata y adaptable que facilita y mucho la calidad de vida de las personas con discapacidad. ¡Un hurra por el laboratorio Labicar!
- Emprender (también) es compartir. La creación de esta silla de ruedas rebgulable no ha sido cosa de un único cerebro. Aunque el inventor es Jonathan Martínez, un equipo de nueve personas la ha desarrollado, entre los que se encuentran ingenieros, fisioterapeutas y rehabilitadores. Y, por si fuera poco, el prototipo tiene licencia libre y se puede copiar y fabricar con toda libertad. Todo un ejemplo de generosidad y solidaridad.
- La integración de las personas con discapacidad, un reto pendiente. En el mundo hay más de mil millones de personas con alguna discapacidad. Estas personas tienen muchos problemas de adaptación, que se traducen en mayor tasa de pobreza y peores resultados académicos y sanitarios. Además de los obstáculos de integración social y laboral, existen los obstáculos físicos de todo tipo, desde el transporte público hasta el acceso a la panadería de al lado de casa. En Emagister aplaudimos iniciativas como la silla regulable de Jonathan Ramírez, que contribuyen a la igualdad de oportunidades y a la salud mundial. Sin embargo, recordamos el largo camino que queda todavía para llegar a la igualdad efectiva.
Fuente: El País
