Sin duda alguna, la comunicación es el acto más importante dentro de la sociedad. Gracias a ella, es posible el intercambio de información y conocimiento a través del mundo. El acto comunicativo es vital en nuestro día a día, así que requiere de una serie de habilidades para que sea totalmente efectivo y los datos o el mensaje que se pretende comunicar lleguen tal y como se desea al receptor.
En este contexto comunicativo, una de las habilidades más importantes es la escucha activa, una virtud con la que no todo el mundo nace. El hecho de saber escuchar con atención no es una tarea fácil, no obstante, es fundamental desarrollar esta habilidad para lograr una comunicación efectiva y acertada.
Así que, si te interesa conocer más acerca de este tema, en este post te contamos todo lo que necesitas saber para potencializar esta habilidad. O si prefieres especializarte profesionalmente en este campo, la Escuela ELBS tiene disponible para ti una amplia gama de cursos de Psicología y Coaching; estos programas garantizan una formación de primer nivel para que logres todos tus objetivos profesionales.
¿Qué es la escucha activa?
Una conversación tiene dos participantes: el emisor y el receptor. Cuando inicia el proceso de comunicación entre los dos actores es el momento en el que se da el intercambio de información entre ellos dos.
Es justamente allí en donde se puede evidenciar la escucha activa. Esta habilidad se refiere específicamente a la capacidad que tiene una persona (el receptor), de atender cuidadosamente el mensaje que transmite el emisor.
Al escuchar de manera activa a una persona estamos enfocando toda nuestra atención en ella y en su mensaje, de manera que lo recibimos conscientemente. Cuando se aplica la escucha activa no solo oímos frases para responder, sino que podemos analizar cada palabra, el tono en que se emite el mensaje, la intención y cada uno de esos pequeños detalles que conforman el acto comunicativo.
¿Cómo lograr la escucha activa?
A continuación, te mostramos cuáles son los principales aspectos que se deben tener en cuenta para que tengas una escucha activa:
- La expresión facial. Es fundamental prestar especial atención a la manera en la que el interlocutor mueve su cuerpo o realiza determinados gestos mientras habla. Por ejemplo, los rasgos y expresiones faciales son características que nos ofrecen mucha información en el proceso comunicativo, pues en ellas podremos identificar varios elementos que nos ayudarán a deducir el estado de ánimo del emisor en medio de la conversación.
- Evitar interrumpir al interlocutor. Es importante dejar que la otra persona se sienta libre de emitir su discurso sin interrupciones.
- No hacer suposiciones. Imaginar cualquier cosa sobre lo que está comunicando el interlocutor puede hacer que el mensaje sea malentendido. En este caso debemos limitarnos solamente a escuchar y nada más.
- Hacer preguntas. En cualquier caso, si el receptor no está completamente seguro de haber entendido el mensaje, es necesario preguntar. Las dudas siempre darán la posibilidad de pensar diferente a lo que tal vez el emisor haya querido decir.
- Sonreír. Una sonrisa leve es un claro gesto con el que le puedes dar a entender al interlocutor que lo estás escuchando, y así, sentirá motivación para continuar con su discurso.
- Mirroing. Esta técnica, también conocida como “reflejo automático”, se trata de copiar las expresiones faciales del interlocutor y emitirlas de cierto modo. Con ello, el emisor identificará que estamos en la misma sintonía.
Ejercicios para desarrollar la habilidad de la escucha activa
La escucha activa es una habilidad que necesita ejercitarse para poder lograr un buen resultado. Por ello, a continuación, te presentamos algunos ejercicios para que puedas potencializar esta virtud:
Parafrasear al interlocutor
Esta es una técnica psicológica muy utilizada para entrar en detalle en ciertos aspectos de la conversación. Se basa principalmente en tomar las frases más relevantes del mensaje que se está transmitiendo para dirigir la conversación hacia un tema en especial.
Al escuchar al interlocutor, puedes resaltar dos o tres de las frases del discurso que mayor impacto hayan generado en ti, y luego puedes repetirlas, si es posible, con las mismas palabras que el emisor haya utilizado. Con ello, tendrás la posibilidad de aclarar cualquier duda que tengas con respecto a la conversación, e igualmente, harás que el interlocutor se sienta escuchado.
Evita dar consejos
Los consejos, en este caso, no suelen ser muy útiles, a menos que los pidan. En este contexto, es importante dejar que la persona se exprese libremente y manifieste sus sentimientos al hablar.
Preguntar
En la práctica de la escucha activa es fundamental preguntar para tener siempre clara la información del mensaje emitido. Con ello, el interlocutor también sentirá interés en su discurso.
Beneficios de la escucha activa
No cabe duda que la escucha activa es una habilidad que nos puede traer muchas ventajas en distintos ámbitos de nuestra vida, tanto personales como profesionales.
La escucha activa permite crear un proceso comunicativo efectivo y funcional. Así que, si quieres poner en práctica esta habilidad, empezarás a notar que tus relaciones interpersonales mejorarán, al igual que las habilidades sociales y, en general, la inteligencia emocional.
Por otra parte, aprenderás a solucionar cualquier conflicto de una manera más eficiente, conocerás más a fondo la empatía, e inclusive, tus conocimientos en cultura general mejorarán significativamente.
Para finalizar, cabe resaltar que este artículo no reemplaza los consejos del psicólogo. De cualquier manera, si necesitas ayuda en lo que se refiere a este tema, lo más recomendado es buscar a un profesional.
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