Cuando las organizaciones, y sus equipos de proyecto, se expanden, las cosas cambian. Aprenda a adaptarse y a madurar.
Unos meses después de convertirme en madre el año pasado, mi bebé feliz se volvió dependiente y gruñón. No tenía ni idea de lo que estaba pasando hasta que leí el libro Las semanas mágicas. Este libro describe las fases de desarrollo delos bebés y aclara que un bebé pasa por periodos de crecimiento acelerado antes de aprender una nueva habilidad como rodar. Durante los períodos de transición, el bebé se pone del mal humor, y come y duerme de forma irregular. En resumen: el crecimiento es bueno y fascinante pero difícil. Algunas veces hay que dar un paso atrás para poder avanzar.
¿Reconoce sus dificultades de crecimiento profesional o las dificultades de crecimiento de su proyecto u organización? Por ejemplo, quizás alguna vez soñó cómo se concretaría un proyecto planificado, pero se convirtió en un atado de nervios durante la fase de ejecución. O quizás, antes era fácil tomar decisiones en el proyecto. Pero con más interesados implicados, ahora tarda una eternidad en obtener aprobación para una idea o un curso de acción.
Los equipos de cualquier organización que este en crecimiento están obligados a atravesar por territorio incómodo. En mi experiencia, las siguientes dificultades son comunes en toda organización que trabaja con proyectos y crece con rapidez:
- Es necesario estandarizar los procesos.
Cuando dirigía un pequeño grupo, resultaba fácil definir un proceso de trabajo sobre la marcha. Para un grupo más grande se requieren procedimientos definidos.
- La colaboración se vuelve complicada.
El grupo pequeño constaba de pocas personas que trabajaban bien juntas. Pero trabajar con muchas personas implica intereses, mundos y métodos de trabajo diferentes.
- La resolución de conflictos es más difícil.
Antes, los desacuerdos se solucionaban con una taza de café o una cerveza. Ahora, requiere sesiones de coaching (grupales).
¿Recuerda cuando era fácil tomar decisiones importantes?
- Se requieren nuevas habilidades de liderazgo.
Cuando se encuentra dirigiendo a muchos participantes en un proyecto, se necesitan nuevos enfoques.
- Diferencias culturales.
Los pequeños grupos se alinean fácilmente. Pero cuando son muchas personas, puede ser difícil formar una cultura de proyecto.
Solo recuerde: todos buscamos crecer. No sienta nostalgia por los tiempos en que las cosas eran más fáciles. Acepte que los dolores de crecimiento son parte del proceso de hacerse más grande y mejor. Dedique tiempo a reorganizar, desarrollar y poner en práctica habilidades nuevas. Sea paciente con los nuevos miembros de equipo y ayúdelos mientras se adaptan al cambio. Y no olvide la importancia del diálogo. Después de todo, las semanas mágicas son temporales por definición, y es probable que luego se enorgullezca de la madurez que ha alcanzado su organización en la dirección de proyectos.
Fuente: Karen Smits, PhD, es antropóloga Organizacional y trabaja en PracticalThinkingGroup en Singapur. Artículo de la revista mensual PM NETWORK de marzo 2018.
Para acompañarle en su crecimiento, una formación adaptada a sus necesidades es fundamental. Un curso de preparación para la Certificación PMP® le ayudará por ejemplo a estandarizar los procesos y a desarrollar nuevas habilidades de liderazgo. Con una formación más especializada como un Máster en Project Management podrá mejorar la colaboración de su equipo o la resolución de conflictos y tener una visión mucho más amplia y acertada de la realidad a la que se enfrenta en esta etapa de crecimiento de su organización, y de las herramientas a su disposición para conseguir adaptarse con éxito.