Los puestos técnicos intermedios serán clave en el futuro. El cambio de época que vivimos está generando numerosas y novedosas necesidades profesionales. Y no solo nos referimos a nuevos oficios a crear, sino que las empresas van a necesitar, más y más, técnicos o profesionales intermedios con otras habilidades o competencias transversales: actitud proactiva, flexibilidad, capacidad de adaptación a los cambios, trabajo en equipos multidisciplinares, agilidad, capacidad de innovación, trabajo en red y con deslocalización geográfica, etc. Mantener la empleabilidad es un reto considerable en estos tiempos en los que la velocidad de los cambios no permite ni siquiera hacer una proyección de los empleos que dominarán el mercado en 20 años.
Hay además importantes razones sociales que justifican el impulso de la FP: su capacidad para reducir el abandono escolar temprano, así como el fracaso escolar y universitario. Año tras año en la UFV comprobamos como alumnos de expediente muy discreto en su bachillerato, al
llegar al CFGS experimentan una especie de eclosión porque se encuentran con una formación muy práctica, muy pegada a la demanda del mercado laboral y muy innovadora. De hecho, está comenzando a aparecer un fenómeno que, si bien aún es poco frecuente, debe ser estudiado: los alumnos que, tras haber obtenido el título universitario, se matriculan en FP, con el objetivo, generalmente, de acceder a un tipo de formación práctica que no reciben en la universidad.
Conscientes de esta realidad, la UFV fue la primera universidad que incorporó, hace ya casi 20 años, los Ciclos Formativos de Grado Superior en la oferta formativa de un Campus Universitario. Surgieron de esta forma los Ciclos Formativos de Grado Superior presenciales, lo que permitió que los alumnos de FP pudieran formar parte de la comunidad universitaria y no de un gueto. De esta forma, nuestros alumnos disfrutan de las mismas instalaciones, aulas y servicios que los alumnos de Grado y de Máster; comparten profesores con los alumnos de Grado y los Ciclos Formativos de Grado Superior se impregnan de los valores del humanismo que caracterizan a la universidad.
Del mismo modo que hemos sido pioneros en la incorporación de Ciclos Formativos de Grado Superior en una universidad, lo hemos sido también al implementar los Ciclos Formativos de Grado Superior duales hace 9 años para ciclos como Administración y Finanzas, Educación Infantil, Gestión de Ventas y Espacios Comerciales, Fabricación de Productos Farmacéuticos, Biotecnológicos y Afines y el recién incorporado Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma. La Dual es una modalidad dentro de la formación profesional que se lleva a cabo en régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa, repartiéndose a partes iguales la corresponsabilidad de la formación teórico-práctica de los alumnos. Esta modalidad ofrece al alumno estancias en la empresa de mayor duración que el presencial, además de tener una retribución económica y estar dado de alta en la seguridad social. En contrapartida exige la colaboración y el compromiso del tejido empresarial para formar parte de esta alianza, comprometiéndose, no solo a la co-formación del alumno, sino también darle de alta en la seguridad social y el abono de la correspondiente remuneración.
Pero la Universidad Francisco de Vitoria no quiso parar aquí. Nos propusimos llevar la Formación Profesional a todos los rincones, a todas las situaciones personales y profesionales a través de la modalidad a distancia (on line), de hecho, fuimos la primera universidad que impartía este modelo y el primer centro de Formación Profesional que incorporó el campus virtual utilizado por las mejores universidades del mundo. Esta modalidad de estudio supuso un importantísimo paso en el camino de la modernización y la flexibilización del ecosistema formativo de la Formación Profesional. Es obvio que esta modalidad ofrece al alumno una mayor capacidad para organizarse, para marcarse hitos académicos más acordes a su situación familiar/personal y profesional. Pero hay otras razones que movilizan al perfil de alumno que se decanta por esta formación, y es la de superar el modelo silla-pizarra por entender que el espacio en el que se desarrolla el aprendizaje debe cambiar. La formación no ha de darse necesariamente en un lugar físico, en las cuatro paredes que conforman un aula, las experiencias de aprendizaje pueden tener lugar en espacios generadores de nuevas formas de aprendizaje y desarrollo personal y profesional.
Decantarse por una u otra modalidad, tendrá mucho que ver no solo con las circunstancias personales del alumno o la distancia geográfica, sino también con el perfil de alumno y su particular aproximación a su proceso formativo. En todo caso, sea cual sea el entorno de aprendizaje elegido, la Universidad Francisco de Vitoria, gracias al paulatino y sostenido proceso de maduración de la Formación Profesional ofertada, ha sido capaz de concentrar su esfuerzo y su trabajo en lo que mejor sabe hacer, que es la formación centrada en la persona.
