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Identificar las claves para alcanzar objetivos y ser un profesional cualificado

Desde niños, nos encontramos en una sociedad donde las exigencias sociales se acrecientan a medida que vamos creciendo y adquiriendo mayor experiencia y responsabilidades. Cuando llegamos a la edad adulta, nos enfrentamos a un mundo donde la competencia profesional se torna una constante y las expectativas para alcanzar objetivos exitosos requieren de esfuerzo, tenacidad y una preparación cualificada.

Alcanzar objetivos es una visión que adquiere un valor de autoconciencia, ya que el profesional deberá hacer frente no solamente a adquirir los conocimientos y habilidades necesarios relacionados con su técnica y especialidad  profesional, sino que también deberá responsabilizarse de interiorizar en sí mismo las claves necesarias para desarrollar una actitud estratégica caracterizada por una visión de motivación, compromiso y autoconocimiento.

La mayoría de los profesionales exitosos tienen algunas características en común: son personas que demuestran mediante su actitud coherencia con sus pensamientos y actuaciones, flexibilidad y capacidad de adaptarse, sociabilidad y empatía, entre otros. Estos rasgos distintivos permiten al profesional orientarse hacia el éxito en su carrera profesional.

Algunas de estas claves puede que las tengamos interiorizadas, otras quizás las conozcamos pero aún debamos trabajar un poco más en ellas y puede que otras simplemente nos suenen. Nuestro trabajo consiste en perfeccionarlas y adquirirlas como parte intrínseca de nuestra personalidad mediante un esfuerzo más constante y conciente.

1. Motivación para aprender y reaprender

La información es la base de todo conocimiento, como dice un dicho popular: «el conocimiento te hará libre». La formación requiere un aprendizaje, y es imprescindible una motivación activa hacia la superación de nuestras propias exigencias, ofreciéndonos a nosotros mismos la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos. Todos sabemos que, en el siglo XXI, la información es poder, puesto que te prepara para ser capaz de identificar  las estrategias pertinentes para actuar, modificar o prever  las oportunidades o riesgos.

2. Flexibilidad y resiliencia

Nuestras sociedades se mantienen en una fluctuación constante en todos los ámbitos y sectores, e influyen de forma directa en cada una de las personas en sus diferentes roles. Todos los cambios que vivimos a lo largo de nuestra vida requieren un proceso de adaptación. La adaptación lleva por sí misma la capacidad de resiliencia ante la pérdida de una antigua estabilidad, para aceptar la nueva situación y ser capaz de posicionarse ante las nuevas posibilidades.

Esta habilidad es un reto que se mantiene en constante activación, puesto que ser capaz de adaptarse a un nuevo entorno y a unas nuevas estructuras personales, profesionales u organizativas requiere aprender a ser como el bambú: una cualidad ineludible para saber enfrentarse al cambio en un tiempo de incertidumbre y redireccionar cada nueva situación de partida a lo largo de nuestra vida.

3. Creatividad e innovación

El pensamiento creativo e innovador son dos motores claros de avance dentro de cualquier compañía o sistema. La creatividad es fruto de la predisposición de uno mismo a mantenerse en una posición de amplitud, mediante la gestión de nuevas ideas que permite la construcción de nuevos paradigmas, resolución de problemas y la posibilidad de encontrar respuestas y nuevas oportunidades ligadas a aprender hacer las cosas de forma diferente.

«Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo» Albert Einstein.

4. Conocerse a uno mismo 

Puede que la frase «Conócete a ti mismo» sea demasiado filosófica para algunos, pero encierra una gran verdad que influye directamente en nuestras capacidades profesionales, cualquiera que sea nuestra especialidad. Somos una totalidad integrada que se encuentra dentro de un sistema en el que desempeñamos diferentes roles individualizados y esquematizados en función de nuestra personalidad  y experiencias de vida. En definitiva, somos el conjunto de todo aquello que pensamos, creemos y sentimos de nosotros mismos. Si queremos ser profesionales exitosos debemos llegar a comprender cuáles son nuestros talentos para continuar potenciándolos y creer en ellos, pero a la vez debemos ser capaces de reconocer cuáles son nuestras debilidades para aceptarlas y tener la oportunidad de transformarlas en destrezas y nuevas capacidades potenciales.

El compromiso con uno mismo se basa en ser capaces de aceptarnos, comprendernos, respetarnos y esforzarnos por ser cada día mejor que ayer. La seguridad en uno mismo se convierte en la mayoría de las ocasiones en la mejor tarjeta de presentación de un buen profesional. ¿Quién no se siente atraído por los grandes líderes que son capaces de mover masas y cambiar sistemas? Recordemos que son personas que transmiten seguridad en sí mismas. Esta capacidad se debe ejercitar mediante el desarrollo de una autoestima equilibrada, potenciando patrones de comportamiento alineados con la coherencia interna e integración de nuestro propio ser.

5.Superación personal y potenciación del optimismo

Hay una fórmula que demuestra certeramente la importancia de la actitud motivadora dentro del marco de referencia de la competencia profesional, en donde se integran las habilidades y los conocimientos.

Las habilidades son el saber hacer de forma óptima el trabajo requerido. Los conocimientos son la información aprendida que nos capacita para ejercer la función profesional. La actitud motivadora es el motor de arranque que da vida a cada uno de los proyectos que un profesional puede ejercer. Y la suma de todas nos permiten obtener competencias potenciales.

Competencias potenciales = Habilidades + Conocimientos × Actitud motivadora

Como vemos, la actitud motivadora multiplica el resultado de la suma y todos sabemos que la multiplicación ejerce una fuerza superior. En esto consiste la superación personal: desarrollarnos como personas y profesionales en cada uno de los ámbitos de nuestra vida, mediante una actitud optimista, para ser capaces de enfrentar los obstáculos y tener una predisposición hacia los logros.

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