Cuando hablamos de industria 4.0 debemos ser conscientes de que no tan solo con la introducción de tecnologías digitales en una empresa ya podemos considerarnos una empresa de la industria 4.0, no, este término lleva consigo ciertas líneas maestras de actuación y de modelo de gobernanza para facilitar su desarrollo e implantación en el sector industrial.
La digitalización de la sociedad y de la industria plantea retos y genera oportunidades para el sector industrial. Esta hiperconectividad que genera la digitalización social, permite que los clientes estén ahora más informados y tengan un acceso más inmediato a la oferta de empresas industriales de todo el mundo, lo cual genera una competencia mucho más allá de las fronteras de un país y hace que las empresas deban esforzarse más en el valor de sus productos(este es el reto), pero a la vez también favorece y facilita la expansión internacional de empresas nacionales(oportunidades).
Así pues, si las empresas consiguen afrontar estos desafíos con éxito permitirá generar un nuevo modelo industrial en el que la innovación sea colaborativa, los medios productivos estén conectados y sean completamente flexibles, las cadenas de suministro estén integradas y los canales de atención al cliente sean digitales.
El ministerio de Industria, Energía y Turismo sostiene que a pesar de que los procesos de fabricación sean a través de elementos robóticos, las personas siguen teniendo un papel fundamental, por lo que tener un capital humano capacitado para desenvolverse en este entorno es fundamental para que la nueva revolución se sostenga.
Hoy en día, las tecnologías avanzan con tanta rapidez que es complicado encontrar personal que esté suficientemente cualificado, por lo que la capacitación del personal a través de la formación continua y evaluación individual es vital para la gestionar el cambio de manera efectiva. Desde el punto de vista empresarial, es importante que nos adelantemos a la demanda de formación del personal y que ajustemos los currículums formativos a la demanda del mercado laboral del sector industrial. Estos factores son críticos para evitar la brecha digital en el entorno laboral.
