Al momento de asistir a un restaurante, o incluso sin ingresar a sus instalaciones, la carta es lo primero que suele atraer a los comensales. ¿Qué tipo de platos ofrece? ¿Cuál es la corriente gastronómica en la que se inspiran? ¿Cuál es su valor? Estas y otras preguntas surgen de forma natural y deben ser tenidas en cuenta al momento de preparar la carta del local. Para hacerlo hay que tener en cuenta diversas cuestiones que se tratan en este artículo y, si se desea profundizar, se recomienda cursar el MBA en Administración y Dirección de Empresas de Hostelería, Turismo y Restauración.
¿Cómo se configura una carta de restaurante?
La carta de un restaurante es un recurso indispensable para que el negocio pueda funcionar. Es la presentación del menú, del estilo del local. A través de ella, los clientes reciben la información necesaria vinculada con platos y productos que pueden llevar o consumir directamente en el sitio.
Por eso es conveniente reconocer cuál es la mejor manera de configurar la carta para facilitar las ventas y atraer a más clientes. A continuación se describen una serie de pasos a tener en cuenta.
La extensión de la carta
La dimensión de la carta es importante: ¿es mejor pequeña o corta? En este sentido no hay una regla absoluta. La recomendación, en todo caso, es que sea de fácil y agradable lectura. Si además de esos aspectos puede ser corta porque el estilo del local lo permite, aún mejor.
No es recomendable hacer un listado largo de platos. Distrae, puede generar confusiones, desorden y, eventualmente, pérdidas. Por eso se recomienda que la carta tenga un sentido, incluso si la oferta gastronómica no está cerrada o enfocada de manera exclusiva hacia un sector.
La organización de la carta
Darle un sentido y una estructura a la carta es esencial para que el comensal pueda revisarla. Se trata de facilitar su lectura a través de secciones, el diseño y la paleta de colores, entre otras medidas que pueden tomarse para simplificar la tarea a la persona.
Esto, aunque parezca un detalle menor, es clave para que las personas valoren de buena manera la experiencia que se ofrece dentro del restaurante. La estructura que suele usarse es la siguiente:
- Primer bloque: entradas, aperitivos, sopas, ensaladas, platos ligeros.
- Segundo bloque: arroces, verduras, pastas. Es decir, platos principales.
- Tercer bloque: complementos de los platos anteriores, como carnes, pescados, entre otros.
Estos apartados suelen ser acompañados con otro de bebidas y postres para complementar el menú. También se pueden incluir bebidas específicas, como los distintos tipos de tés o cafés con los que cuente el negocio.
Informa a tu comensal
Cada uno de estos apartados, para facilitar la tarea del comensal, debe estar acompañado de la información necesaria sobre el plato. Esto es importante para que la persona sea consciente de los alimentos que está consumiendo, en especial cuando se trata de clientes que no puedan comer determinados ingredientes. Este proceso no debe dejarse solo a los responsables de la mesa.
¿Cómo indicar los precios?
No hay reglas absolutas en este sentido; solo una, que deben estar. Es parte de la información esencial de la carta para que el comensal sea consciente del valor de la comida. Hay restaurantes en los que suelen incluir el símbolo de la moneda mientras otros no; acá también influye el diseño que se utiliza para representar el costo.
Diseño
La carta es una de las primeras impresiones que tiene el cliente sobre el restaurante. Generar un impacto positivo es importante para despertar el interés del comensal. En ese sentido, la creatividad, la paleta de colores utilizados, la forma en la que se distribuye la información, simplifica la lectura y, a su vez, propicia una buena impresión en la persona.
Para saber cómo afrontar este diseño es recomendable preguntarse cuál es el público objetivo del lugar, cuántos turistas podrían llegar a visitarlo, hacia qué grupo etario se desea llegar, entre otras preguntas que facilitarán dar con un diseño atractivo, útil y, a la vez, funcional para los intereses del restaurante.
Renovación constante
Si bien es cierto que hay algunos restaurantes que alcanzan prestigio y, por tanto, motivan que se conserven algunos platos de su menú, saber transformar la experiencia para que tanto clientes nuevos como tradicionales disfruten de novedades y cuestiones que sugieren interés por la variedad gastronómica y estética.
Construir una comunidad
Al ser un medio de interacción con los clientes, la carta del restaurante también forma parte de los recursos utilizados para crear comunidad, para construir marca y avanzar en la fidelización a la que aspira todo negocio. A través de ella es posible exponer cuáles son los medios de contacto, difundir los perfiles en redes sociales, tener un correo de sugerencias, entre otros métodos que se pueden utilizar para incentivar a la gente a que opine y se relacione de forma directa con el local. Un ejemplo clásico, a través de las redes sociales, es pedir opiniones en relación con los platos, mezclando la construcción de la carta con la valoración de los comensales.
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