Contra los atascos de primera hora de la mañana (y de última hora de la tarde), la contaminación de las ciudades o los hábitos infantiles cada vez menos saludables, muchas escuelas y administraciones públicas fomentan desde hace años los múltiples beneficios de ir andando al cole. «Caminos escolares» y «El bus escolar a pie» son dos de las iniciativas en esa dirección.
¡Sigue leyendo y apúntate a la moda de los hábitos saludables!
En 1998, el ingeniero de caminos y profesor en la Universitat Politècnica de Catalunya Ole Thorson, una reconocida autoridad a nivel mundial en políticas de movilidad, advertía en la revista La Factoría la necesidad de establecer en nuestro país «caminos escolares (…) seguros para poder andar desde el domicilio a la escuela», y añadía: «Tanto los Ayuntamientos como los padres deben trabajar para conseguir la seguridad y comodidad suficiente [de los escolares]».
El término que empleaba Ole Thorson, «movilidad sostenible», hacía referencia al conjunto de políticas encaminadas a paliar los efectos sociales y medioambientales del uso excesivo de los vehículos contaminantes. Entre otras logros, se pretendía (y se pretende todavía) priorizar el uso del transporte público, fomentar la proliferación de medios de locomoción ecológicos (tranvía, coches eléctricos, bicicletas, vías peatonales, etc.) y la planificación de las ciudades al servicio de la movilidad sostenible.
Ir andando al colegio contribuye a descongestionar las calles en horas punta, pero también contribuye a que nuestros pequeños:
- Aprendan educación vial
- Ganen en autonomía
- Ejerzan el compañerismo
- Practiquen hábitos saludables (ejercicio físico)
Y a que también los mayores:
- Enseñen a los escolares a moverse por la ciudad
- Respeten la figura del peatón
- Tomen conciencia del problema de la contaminación
Desde hace poco menos de una década, varios ayuntamientos y comunidades autónomas han promovido:
Los caminos escolares
Esta iniciativa surgió en Gran Bretaña a mediados de los 90 y consiste en crear itinerarios urbanos para que los escolares se puedan desplazar de casa al colegio, y viceversa, sin dificultad. Son recorridos pautados, no solo para que sean seguros, sino también con una finalidad formativa, tanto para los niños, como para los adultos. El diseño de los caminos escolares es fruto de la colaboración entre las administraciones públicas y la comunidad escolar que, a través de sus órganos de representación, pacta con la administración su puesta en marcha.
El bus escolar a pie
Consiste en establecer itinerarios de ida y vuelta a la escuela similares a los que haría un autobús escolar, con sus paradas correspondientes, pero para ser recorridos a pie. Uno o más adultos «conducen» a un grupo cada vez más numeroso de niños que llegan andando a la escuela y regresan a casa a pie.
Tanto los caminos escolares como el «bus escolar a pie» son propuestas que se han implantado con éxito en municipios de toda Europa. En España y Portugal existe una asociación, Ciudades que Caminan, que agrupa a 20 municipios de toda la península y asesora a los ayuntamientos que deseen planear caminos escolares.
También para fomentar los desplazamientos a pie, los colegios de las localidades afiliadas a Ciudades que Caminan pueden participar en la iniciativa Mi cole camina ;). Una clase que presente una buena campaña de sensibilización a favor de los desplazamientos a pie de la escuela a casa recibirá una bonificación de 100 € para invertirlos en una actividad relacionada con el medio ambiente. Más información, aquí.
Ya sabes, el coche en el parking, y a la escuela a pie, como hacían nuestros padres, nuestros abuelos e incluso muchos de la llamada «generación X».
