Uno nunca debe tirar la toalla o dejarse llevar por la conformidad. A veces, deseamos cambiar de profesión, ya sea para dedicarnos a aquello que siempre hemos querido o algo que nos va a permitir ganar más dinero o simplemente porque necesitamos un cambio. Pero tenemos un puesto de trabajo que queremos y necesitamos mantener, para así poder seguir haciendo frente a los gastos e incluso para poder costearnos una formación que nos permita alcanzar esas metas y mejorar o ampliar los horizontes profesionales. El problema es que este trabajo también nos resta tiempo para estudiar. Y si nuestro objetivo es realizar un Grado o Máster universitario la cosa se complica aún más.
Para poder llevar a buen puerto este gran reto que es el compaginar estudios y trabajo, es fundamental que la universidad en la que pretendemos cursar esa titulaciónque nos va a permitir alcanzar nuevas y mejores metas, se adapte a nosotros, y no al revés. Eso es, precisamente, lo que nos ofrecen las universidades online, nacidas bajo la premisa de aprovecharse de las ventajas de la tecnología para adaptarse a las necesidades de las personas.
Eso es, por ejemplo, lo que ofrece la Universidad Isabel I, que en su oferta académica incluye 11 grados y 4 dobles grados oficiales, 4 másteres oficiales (el máster oficial de Formación del Profesorado en Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional, el máster en Diseño Tecnopedagógico (E-Learning), el máster en Prevención de Riesgos Laborales y el Máster en Práctica de la Abogacía), además de Idiomas y 20 títulos propios de posgrado.
La innovadora metodología desarrollada por la Universidad Isabel I nos permite estudiar una titulación sin que tengamos que salir de casa. Todo lo que necesitamos está en el ordenador. Por tanto, no es necesario asistir a clases presenciales. Los alumnos disponen de un campus virtual, enel que pueden encontrar todo lo que necesitan para sacar adelante las asignaturas.
Los apuntes, los ejercicios que debemos desarrollar, el excelente sistema de atención de los profesores, que garantiza el contacto constante con ellos a través de herramientas de comunicación como el correo electrónico… Todo está al alcance de un clic.Incluso los propios alumnos, con los que, en ocasiones, deberemos trabajar en grupo a través, por ejemplo, de foros y chats.
Y es que, casi a la par que la tecnología, las metodologías de estudio también han ido evolucionado, abrazando todas estas nuevas herramientas, para finalmente garantizar que hoy en díasea una realidad el hecho de poder terminar una carrera estudiando, únicamente, a través de este tipo de entornos digitales. Que sea posible que cualquier persona, incluso alguien que esté trabajando a jornada completa para poder mantenerse y costearse los estudios, puedaalcanzar su objetivo o su sueño y, sobre todo, hacerlo mientras trabaja y mientras estudia a suritmo, siendo él mismo el que marca sus propios tiempos y horarios.
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