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Las exportaciones marcan el camino de la recuperación

Los grandes datos macroeconómicos siguen siendo positivos para España e indican que, técnicamente, la crisis está quedando atrás, al menos en muchos sectores. Otra cosa será la sensación personal de cada uno o la situación en la que se encuentre para comulgar con los datos que arroja el Ministerio de Economía.

Las exportaciones de enero a septiembre de 2016 se han efectuado por un valor de 188.485,2 millones de euros, lo que supone un aumento de 1,2% respecto al año anterior. Leve si se quiere, pero apreciable y marca una tendencia ascendente que es cada vez más alentadora. Las importaciones aminoraron un 1,6% hasta un importe de 201.712,3 millones. Leve también, pero disminuye el gap entre las exportaciones y las importaciones (balanza comercial) que ha ascendido a un déficit comercial de 13.227,1 millones (en el período enero-septiembre). Seguimos teniendo déficit, lo cual es fácil apreciar que no es positivo, pero es un 29,0% menor que el registrado en el mismo período del año anterior y el segundo mejor saldo desde 1997 (únicamente superado, curiosamente, por 2013, año aún de recesión en España). Esto nos indica que tenemos uno de los déficits más pequeños y no podemos dejar escapar esta oportunidad de seguir marcando tendencia y acercarnos al déficit 0, deseable para un mayor crecimiento económico y síntoma de prosperidad.

Como país no productor de petróleo y otras energías, el saldo energético sigue siendo uno de los puntos débiles de todo el balance, pero la caída del precio de las energías ha beneficiado la Unión Europea en General y España en particular, con una disminución del 41,7%. Esto no debe hacer caer en la falsa euforia que los precios seguirán así para siempre, ya que los países productores como la OPEP están tomando medidas para tratar de revertir la situación, y por eso sigue urgiendo la asignatura histórica de generar más energía a través de renovables u otras fuentes para seguir disminuyendo este déficit y ser más libres de energías importadas.

Comparativamente respecto a otros países de la Unión Europea, España sigue estando por encima de la media a nivel de exportaciones (1.2%), muy superior a países como Francia (-1.5%), Reino Unido (-4%) o Alemania (1%). El dato es una buena medida en sí porque permite aumentar la producción y crecer en exportaciones, pero el análisis no se debe quedar aquí y el nivel de los salarios tiene mucho que ver en estos datos. Es tarea de los políticos, patronal y sindicatos llegar a grandes acuerdos para empezar a aumentar los salarios y el nivel adquisitivo de los trabajadores.

El hecho que países como Estados Unidos, China o Japón vean reducidos sus niveles de exportaciones invita a una máxima cautela respecto al futuro a corto plazo de la economía mundial.

La Unión Europea sigue siendo el mejor cliente para España (66,5%) y así debe ser por los tratados y comercio vigente, pero no se deben olvidar mercados más lejanos pero emergentes ya desde hace años y que pueden seguir contribuyendo al desarrollo de la economía. Marruecos, China y Chile experimentan aumentos significativos que hay que explotar aún más, mientras que América Latina, Asia y, en especial, Oceanía han sufrido retrocesos que merecen un estudio más exhaustivo para revertir esta situación. La situación cada vez más global en la que nos encontramos, y los tratados de los que se está hablando últimamente, si finalmente se aprueban (hecho que parece cada vez más lejano) puede relanzar las exportaciones hacia mercados no tan tradicionales.eae

A nivel de comunidades autónomas, Cataluña sigue siendo el motor de España en exportaciones (25,8% de las exportaciones son de productos fabricados en Cataluña), seguida por la Comunidad Valenciana (11,4%), Madrid (10,9%) y Andalucía (10,0%), aunque la mayor variación en términos porcentuales la ha experimentado Castilla y León (11,1%) y Cataluña (2,1%).

Como conclusión, decir que seguimos teniendo superávit respecto a la Unión Europea (601,8 millones en septiembre de 2016) y el déficit con los países extracomunitarios ha descendido hasta los 2.832,6 millones, con una reducción del 20,5% respecto al mismo mes del año anterior. Esto se ha producido en gran medida por los aspectos energéticos comentados anteriormente.

España debe seguir potenciando los valores tradicionalmente fuertes de la economía (venta de turismos y motocicletas, productos químicos) y tratar de mejorar en aspectos que sigan dando valor añadido para disminuir las importaciones y ser cada vez menos dependientes de la energía que se deba importar. Son metas ambiciosas y difíciles que requieren horizontes a largo plazo y colaboración de múltiples sectores de la sociedad, pero no queda otra alternativa para volver a la senda de crecimiento sostenido (sin que sea a costa del déficit futuro).

 

 

Fuente: Actualidad EAE Business School

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