Para restablecer el orden ante una catástrofe, todos los primeros auxilios son de vital importancia. Pero, muchas veces, al hablar de estas intervenciones se olvida la parte psicológica. Esa parte, es igual de importante que los otros tipos de asistencia y se llama PAP (primeros auxilios psicológicos).
¿Qué son los PAP?
Definidos como Primeros Auxilios Psicológicos, los PAP se aplican para socorrer a personas ante la vivencia de una emergencia. Al presenciar cualquier tipo de catástrofe, estas victimas o testigos necesitan un suporte psicológico y es importante, en estos casos, saber manejar los sentimientos que surgen al presenciar cualquier tipo de emergencia o accidente crítico.
Intervención psicológica
El objetivo da los PAP es reducir el estrés de la persona y ayudarla a la adaptación ante la nueva situación. Estas técnicas se aplican a las 72 horas posteriores a la catástrofe y la aclimatación a la situación siguente puede avenir a corto, medio o largo plazo.
En estos casos, es importante identificar aquellas victimas que necesitan asistencia y reagrupar a grupos cercanos o familias para poder trabajar con ellos. Además, es importante adaptar el tratamiento al tipo de población, ya que pueden haber diferencias culturales.
Fases de los PAP
Las técnicas de Primeros Auxilios Psicológicos se realizan a través de un protocolo de actuación de 8 fases. A continuación,te las nombramos:
Primer contacto
En el momento en que ocurre la catástrofe, el profesional debe acercarse al afectado, presentarse y explicar cuál va a ser su misión. En estos casos, es importante estar cerca de la victima, pero sin intrusión y resolver cualquier incertidumbre que el interesado pueda tener para evitar que esta produzca angustias o miedos.
Protección
El paciente tiene que sentirse al seguro y saber que el psicólogo está allí para ayudarle en todo lo que necesite, así de evitar preocupaciones “innecesarias”
Orientación emocional
Ya que el afectado puede sentirse desorientado o estar en estado de shock, es importante que el profesional se adapte a la realidad del paciente y consiga ubicarlo en el espacio-tiempo de manera no agresiva.
Agrupación de información
Es necesario recopilar toda la información posible para poder asistir al paciente de forma eficaz. En esta fase, es importante no simplificar las opiniones del paciente ni dar consejos triviales. La interacción tiene que ser de manera pausada y adecuada en función de los recursos disponibles.
Asistencia
Es importante bajar la ansiedad del paciente a través de soluciones prácticas a problemas básicos como, por ejemplo, dónde está el lavabo o los puntos de avituallamiento y reagrupación familiar.
Conexión social
Durante la terapia, es necesario ofrecer a los afectados todos los recursos para que puedan conectar con sus familiares. Por ejemplo, contactar con las fuerzas de seguridad para que consigan ponerle en contacto con sus allegados o facilitarle un teléfono móvil puede ser de ayuda. Mientras tanto, es importante no dejarlo solo hasta que no se encuentre acompañado.
Afrontamiento
Para evitar que las victimas se sientan sumidos en la locura de los eventos críticos, es necesario normalizar los síntomas que tienen. Por ejemplo, avisarles de las posibles reacciones que podrían tener en los días siguientes puede ser de ayuda, además de evitar típicas frases como “tienes que ser fuerte o valiente”. Estas frases son contraproducentes ya que no hay que dejar que el paciente experimente sus recursos para afrontar la situación que está viviendo.
Servicios externos
Una vez seguido el protocolo hasta el final, antes de terminar la terapia, es importante describir al paciente cuál será el procedimiento que ocurrirá a partir de ese momento y, como anticipado, es muy importante no dejar solo al paciente hasta que no haya aparecido su red de apoyo o el relevo.
En conclusión, se puede afirmar que los PAP son igual de importantes que otro tipo de Primeros Auxilios y que es necesario ser conscientes de su transcendencia en el suceso de cualquier catástrofe.
