Época de vacaciones: invitación al descanso o en movimiento visitando otros paisajes o lugares desconocidos quizás. Se planifica, prepara, organiza y se visualiza el viaje. Partimos con mucha ilusión y llenos de expectativas de cómo será aunque ya hemos revisado información y sabemos todo lo que haremos, lo que vamos a visitar, lo que vamos a comer, cuánto nos cuestan los museos e incluso las contrariedades que podemos prever. Nos vamos seguros con una gran cantidad de datos que al llegar al destino chequearemos. Puede coincidir con lo esperado o no.
Dicen que un viaje es como la vida misma en la que se suceden una serie de cambios a los que es conveniente adaptarse. Cuando viajamos nos hacemos una idea de cómo tiene que ser lo que vamos a visitar y a menudo nos encontramos con algo diferente por lo que tenemos ante nosotros dos posibilidades: seguir queriendo que sea como nos habíamos imaginado o adaptarnos a lo que hay soltando los deseos y expectativas. Un viaje es un ejercicio continuo de impermanencia.
Te has preguntado ¿porque en un viaje algunos viajeros se enferman o regresan con síntomas por lo general del sistema digestivo? ¿Porque comiendo y bebiendo lo mismo que otro, unos no toleran o asimilan la comida? ¿Porque con frecuencia ocurre que en medio de un viaje te duele la cabeza? ¿Por qué unos sienten gripe y desarrollan un cuadro de fiebre que les deja tirados en la cama del alojamiento?
Independientemente del síntoma todos tienen algo en común y es que están viviendo un conflicto biológico. Para la Descodificación Biológica Original siempre antes de la aparición de un síntoma la persona ha vivido un shock biológico. Esto significa que se encuentran con situaciones inesperadas,dramáticas, sin solución y que no pueden expresar lo que realmente están sintiendo. La diferencia está en que a cada síntoma le corresponde un conflicto biológico. Por ejemplo, quién desarrolla síntomas digestivos con vómitos es porque ha vivido conflictos dónde la situación la sentía como inaceptable y “no quería dejarlo pasar”. Un caso así podría ser que había calculado un traslado en un determinado tiempo que no ha sido posible y ha perdido un vuelo y todo ello por la ineficacia del taxista. Quién desarrolla una diarrea tiene la sensación de que le han hecho algo muy feo y asqueroso, por ejemplo, le han cobrado de más o le han timado en un restaurant por ser turista.
Quién siente la aparición repentina de un gripazo con fiebre y dolores musculares podría ser que hubiera vivido una discusión con la sensación de impotencia. Quizás es alguien que se ha discutido con los lugareños sobre como tienen que ser las cosas. La diferencia con los que no desarrollan síntomas seguramente está en que estos últimos aceptan lo que están viendo sin intentar cambiarlo.
Poner una mirada amplia sobre las distintas culturas y salir del etnocentrismo que es la actitud de considerar al grupo propio cómo superior y despreciar otras culturas cuando no considerar a la otra cultura como incorrecta, inadaptada, inmoral o inferior aporta respeto y libertad de movimiento. El etnocentrismo considera que hay una única forma de hacer las cosas y en la vida veremos cómo lo que hacen o dicen en cada pueblo responde a un proceso adaptativo a los traumas o dolores vividos por esa sociedad.
Un refrán nos ayuda a viajar con las mochilas más ligeras de equipaje o de preconceptos y es “ahí donde fueras haz lo que vieras”. ¡Buen camino!
Fuente: Descodificaciónbiológica.es & Ángeles Wolder
