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Marketing mix: ¿cuáles son las claves?

Son tiempos en los que muchas personas buscan alternativas para desarrollar nuevas propuestas y negocios. La aparición de la COVID-19 ha propiciado que muchas personas, por razones buenas o no, exploren otras formas de ingresar al universo comercial. Uno de los recursos más usados al momento de hacer esto es el marketing mix, que consiste en un plan sujeto a diversos intereses y negocios. En la actualidad no se trata solo de tener una buena idea; también es importante saber cómo desarrollarla, cómo potenciarla para que alcance niveles adecuados. De esa manera, tanto la inversión económica como la humana estará dirigida de forma adecuada.

¿En qué consiste el marketing mix?

El marketing mix se basa en cuatro variables. Es común que estas sean referidas como “las 4P’s”. Sobre ellas se profundizará a continuación.

El marketing mix consiste en una mezcla de mercadotecnia y la evaluación de estrategias a partir del diversos estudios del mercado. A partir de ahí, se pone a disposición un producto o servicio enfocado en un segmento de ese mercado, mediante canales de distribución, un precio, la promoción y la difusión adecuada del producto.

Este recurso consiste, por sobre cualquier otra cosa, en la estrategia y la planificación.

¿Cuáles son los objetivos del marketing mix?

El marketing mix está enfocado en:

– Analizar e interpretar el comportamiento entre los consumidores y los mercados

– Propiciar el deseo de compra a través de una estrategia personalizada, a partir del perfil del producto y del consumidor final

– Atracción y fidelización de clientes

– Conceptualizar el producto de la mejor manera. Esto incluye dar con un lugar apropiado para su venta, al momento y precio oportuno.

Las 4P’s del Marketing Mix

Son la base del marketing mix, como se sugirió previamente. A continuación se explica qué representa cada una de ellas.

Precio

Toda creación o servicio debe tener un valor en el mercado. Para establecerlo, es necesario estudiar la competencia, el entorno en el que se quiere introducir ese producto, para saber cuál es el precio adecuado. Acá también se tienen en cuenta otros aspectos, como el valor agregado que puede ofrecer, la calidad, entre otras cuestiones que también influyen en el costo final.

Producto

Se trata de algo que satisface una necesidad de mercado. Puede ser material o expresarse a través de un servicio. En este punto se tienen en cuentan las necesidades y características del mercado, así como la demanda, para dar con una alternativa adecuada según las necesidades. En este proceso entran en cuenta diversas áreas, al momento de conceptualizarlo:

– Imagen de marca

– Packaging

– garantía

– Atención al cliente

– Características

– Calidad

A partir de estos factores se desarrolla la propuesta. Como se sugiere, no es solo la idea, sino que cada una de esas áreas de forma al concepto y estén integradas entre sí. De igual forma influyen en otras etapas del proceso de introducción en el mercado, su difusión y promoción, así como en la ubicación.

Plaza o puntos de distribución

No solo se trata de dar con un producto adecuado para las necesidades del mercado. También hay que saber cómo ubicarlo, posicionarlo, para que las personas puedan ubicarlo con facilidad. De otro modo, es bastante probable que se interesen por otros. Esto no quiere decir que se trate de estar “en todos lados”; debe haber una estrategia enfocada en dar con puntos específicos y próximos al público objetivo sobre el cual se pensó la estrategia y el producto.

Promoción   

Hay que difundir el producto, aproximarlo a la gente. Para ello es conveniente apoyarse en diversos canales. Esto va desde la televisión y la radio, a plataformas como redes sociales. Esto debe ser acompañado por una estrategia de mensajes enfocada a explotar las ventajas del producto. Todo esto también se basa en los pasos previos. En la actualidad, es bastante común que la promoción se enfoque en un espacio específico, como una u otra red social, dependiendo del tipo de servicio que se esté ofreciendo.

El público objetivo: un punto clave

Aunque a veces se trata de tener una idea, en la actualidad no es viable que se desarrolle de manera independiente. Todo este proceso debe ser integrado a los aspectos antes mencionados para robustecer el proceso.

En ese sentido, fijar un público objetivo es esencial ya que da sentido a toda la estrategia. Para que esto quede más claro, es válido hacerse una pregunta: ¿es la misma la comunicación que se tiene con un niño, un adolescente y un adulto? La respuesta es no. Ocurre lo mismo cuando se trata de elaborar e introducir un producto: cada sector tiene sus maneras.

Se trata de llamar la atención del cliente a través de diversos recursos. Por eso es conveniente saber a qué tipo de persona te interesa contactar. ¿Cómo repercute esto en la dinámica? En que el individuo se sentirá atraído o no por la propuesta, la comprará o no.

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