Antes del confinamiento, la especialidad en medicina estética era una de las más demandadas junto con dermatología, cirugía plástica y cardiología. Estas tres últimas se corresponden a especialidades MIR que son reguladas y están dentro del programa de formación universitaria. Sin embargo, al tratarse de una especialidad que se desarrolla en centros privados, la única manera de especializarse en medicina estética sigue siendo a través de cursos de formación o a través de otro médico que ya ejerza dicha especialidad.
Después del confinamiento, el uso de mascarillas ha puesto de relieve nuevos aspectos de la salud de nuestro rostro como el llamado maskacné o que, al llevar parte de nuestra cara tapada, se evidencien más pequeños defectos faciales que antes se disimulaban. Por ello la demanda de especialistas en dermatología, cirugía plástica y medicina estética han aumentado.
Sin embargo, durante este pasado mes de junio de 2021, en la quinta jornada de adjudicación de plazas MIR, ya se habían agotado las plazas de dermatología y cirugía plástica y reparadora. Teniendo en cuenta que en dermatología se ofertaron 112 y 50 en cirugía, la tercera opción es la medicina estética para aquellos que quieren optar por las especialidades de futuro y con integración inmediata en el mercado laboral.
Con el crecimiento de la demanda de consultas para tratar los problemas de la piel y estéticos por las razones ya citadas, también ha aumentado la necesidad de profesionales de la medicina estética y de aperturas de nuevas clínicas. Entre 2017 y 2020, las autorizaciones por parte de Sanidad para la apertura de nuevos centros aumentaron un 30% y en el cierre de 2019 la SEME estima que la facturación total de las clínicas rondaba los 2.884.815.482€.
No solamente las razones anteriores están haciendo crecer esta demanda, la preocupación por la salud externa, concretamente la de la piel, ha aumentado exponencialmente al incrementarse la esperanza de vida. Ahora mismo, una persona de 50 años tiene una apariencia más joven que hace 30 años y es consciente de los cuidados y los beneficios que le ofrece la medicina estética. Mientras que en los años 90 y 2000 se veía como algo minoritario, reservado a personas con alto poder adquisitivo o a las que ejercían profesiones relacionadas con la imagen, en 2020 según la SEME, cuatro de cada 10 españoles recurrían a la medicina estética aumentando un 5,4% desde 20126.
A esto hay que sumar que la media de edad de los pacientes está bajando, a partir de los 28 años comienzan las consultas para tratamientos faciales de calidad de piel y para los antiaging pasan de los 40 años a los 35. de ahí la necesidad de profesionales que tienen que formarse a través de cursos y Masters al ser una especialidad no ofertada en el MIR.
¿Te pareció interesante este artículo? Puedes revisar toda la oferta formativa de CURSOS EME, o ponerte en contacto con Emagister y resolver cualquier duda con nosotros.
Si eres ya un estudiante de este centro y quieres valorar tu experiencia, ¡deja tu opinión gracias a este formulario!
