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Nervios y ansiedad en el examen PMP

project management

Para tener un buen desempeño en una situación desafiante, debe estarse psicológicamente y físicamente alerta. El examen PMP es uno de esos momentos y, por esta razón, los candidatos a convertirse en Project Manager Professional deberían aprender a reconocer los primeros síntomas de estrés y nerviosismo. Conseguirlo aumenta las posibilidades de controlar esos niveles y concentrarse en la prueba.

No se puede hacer bien en un examen si se está casi dormido, cierto grado de estado de alerta es necesario y se conoce como activación. Hasta un determinado punto, es esencial para un rendimiento óptimo. El aumento de la sensación de alerta, sin llegar a dominar a la persona, mejora el rendimiento.

El problema es que cuando la intensidad de la excitación aumenta demasiado. Entonces, a menudo empezamos a sentirnos nerviosos, tensos y experimentamos ansiedad. En este nivel, la ansiedad se convierte en una distracción y el rendimiento disminuye. Algo que no debería nunca suceder durante las cuatro horas de duración del examen PMP.

Hay que mentalizarse para lograr obtener un rendimiento óptimo, pero manteniendo la excitación en un nivel intermedio.

La ansiedad en el examen PMP

Casi todas las personas se sienten nerviosas o experimentan algo de ansiedad ante un test. En el caso del examen PMP es parte de la prueba. De hecho, es inusual encontrar un estudiante que no se acerque a una gran prueba sin presentar cierto grado de ansiedad.

Sin embargo, demasiada ansiedad acerca de una prueba provoca el nerviosismo y éste, la pérdida de control, que se manifiesta a dos niveles:

  • En la fase de preparación previa al examen PMP, la ansiedad puede interferir con el estudio, aumentando las dificultades para aprender y recordar lo que se necesita saber para el examen.
  • Durante la prueba, demasiada ansiedad puede bloquear el rendimiento. Es posible que se tenga dificultades para demostrar lo que se sabe durante el examen.

Aunque cada persona experimentará una colección diferente de síntomas con diferentes grados de intensidad, los indicios de la ansiedad se clasifican en cuatro categorías generales:

  1. Físicos: dolores de cabeza, náuseas o diarrea, cambios extremos de la temperatura corporal, sudoración excesiva, falta de aire, mareos o desmayos, latidos cardíacos rápidos y / o sequedad de boca.
  2. Emocionales: sentimientos excesivos de miedo, desilusión, irritabilidad, depresión, llanto o risa incontrolable y sentimientos de impotencia.
  3. De comportamiento: inquietud, hiperactividad o apatía.
  4. Cognitivos: pensamientos acelerados, «quedarse en blanco», dificultad para concentrarse, autodisciplina negativa, sentimientos de temor y dificultad para organizar sus pensamientos.

Las emociones estresantes pueden inhibir la capacidad para retener y recordar información. La ansiedad crea una especie de «ruido» en el cerebro que bloquea nuestra capacidad de recuperar lo que está almacenado en la memoria y también afecta nuestra capacidad de comprensión y razonamiento.

Para evitar que cualquiera de estos síntomas empeore el rendimiento en el examen PMP hay que conocerlos, poderlos identificar para relativizar. De forma previa a la prueba, además conviene esforzarse por dominar las distintas áreas de conocimiento trabajando bien la preparación; y llevar hábitos saludables que minimizarán la aparición de ansiedad al aportar equilibrio a cuerpo y mente.

Fuente: Universidad Internacional de Valencia (VIU)

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