La respuesta rápida a esta pregunta es que nadie mejor que un multmillonario superdotado para evaluar tus conocimientos y al que solo podría hacer sombra el mismísimo Batman, a pesar de los daños que pueda ocasionar su locura tecnológica. Aún así, ¿qué estudiante no querría ver al superhéroe de Marvel sentado en la mesa del profesor dando las notas de los exámenes?
Pues bien, aunque no lo parezca, esto no es una noticia de El Deforma, es totalmente veraz. Hablamos de Nazriq Ahmad, un profesor de la Universidad Islámica Internacional que tiene a sus alumnos en vilo intentando averiguar en qué personaje va a convertirse en cuanto llegue el tan temido momento de dar las calificaciones de los exámenes. “Es muy fácil adivinar si has suspendido o su has aprobado fijándote en mi cara” comentó Nazriq que, ante esta situación, decidió resolver el problema por la vía rápida. “Si mi cara me delata, me la tapo” tuvo que pensar Ahmad. Fácil y efectivo.
¿Qué pretende con esta práctica? Evitar el disgusto y el nerviosismo previos que tiene el alumno al creer, por una expresión facial y analizando como un especialista el lenguaje no verbal de su profesor, que el resultado de su examen no era el deseado. Según este singular docente de la universidad Malaya, lo hace para “traer energías positivas a mis clases” en lo que podría convertirse en una magnífica práctica de psicología positiva en las aulas.
Aunque la idea es maravillosa, con ella los alumnos dejarán de sentir esa angustia o tristeza antes de conocer su calificación pero, una vez conocida, el suspenso es el mismo, te lo diga una cara muy expresiva, Iron Man o Yoda disfrazado de princesa. ¿Qué opinas del método de este profesor? ¿Tendría que idear algo nuevo para el posible disgusto del que se va a septiembre a recuperar la asignatura suspendida? ¿Se deberían arraigar estas prácticas de positivismo en las aulas?
