Formarse es importante para cualquier persona que tenga una profesión, un oficio o ejerza cualquier tipo de tarea. Asimismo, que los trabajadores adquieran nuevos conocimientos y habilidades es importante para las compañías. Es una relación win-win para ambas partes.
Un buen sistema de formación de los trabajadores en la empresa incrementa la productividad, aumenta la motivación, genera mayor confianza con la propia organización y contribuye a retener aquellos talentos clave para el negocio.
Con la pandemia quedó a la vista que los factores relacionados con el bienestar emocional son importantes para la vida de los trabajadores y para las propias compañías, por lo que la formación continua debe ser parte del ADN de la cultura organizacional de la empresa actual.
Habilidades y conocimientos para el futuro
Es importante preparar al personal para asumir nuevos retos y darle bases sólidas para adquirir competencias de liderazgo, de manera que se sienta reconocido por la empresa y afronte dichos retos con mayor motivación.
La formación continua es un incentivo para los trabajadores dado que hoy en día el proceso de aprendizaje no concluye en ningún momento de la vida laboral siendo relevantes tanto las habilidades duras “Hard Skills” como las habilidades blandas “Soft Skills”.
En este sentido, el sistema de formación de talentos tiene la finalidad de lograr que los equipos de trabajo estén al día sobre los últimos avances técnicos y las mejores prácticas que hacen al desarrollo las actividades laborales capacitándolos también para adaptarse al cambio.
Un sistema de formación bien balanceado debe ofrecer:
- Contenidos que refuercen las habilidades duras, es decir, aquellos conocimientos requeridos para mejorar el desempeño de determinadas tareas o funciones relacionados con la actividad.
- Contenidos que refuercen las habilidades blandas, es decir, aquellas competencias personales que tienen como eje las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo. Estas pueden ser formaciones en liderazgo, comunicación, resiliencia, proactividad y gestión del estrés, entre otras.
Beneficios de un buen plan de formación para los trabajadores
Buscar el bienestar de la los empleados de la plantilla a través de la combinación de incentivos repercutirá de forma favorable al negocio. Algunos de los beneficios de implementar buenos programas formativos son:
- Mejora la motivación laboral y el compromiso de los trabajadores.
- Potencia los procesos de gestión de calidad.
- Retiene los talentos clave.
- Permite la buena gestión ante posibles crisis.
- Optimiza la productividad, la competitividad y la rentabilidad de la organización.
- Aumenta las ventajas competitivas de la empresa.
Tipos de formación en la empresa
Las gerencias de las áreas de RRHH pueden optar por varias estrategias y tipos de formaciones a la hora de desarrollar sus programas de capacitaciones.
Con el aprendizaje que ha dejado la pandemia, es sabido que el teletrabajo ha reconfigurado a ciertas industrias llevándolas a reducir sus oficinas y a brindar mejores condiciones para que sus empleados trabajen desde casa.
Bajo este paradigma, a la hora de configurar la estrategia hay que contemplar que existen las siguientes modalidades:
- Online. Se trata de utilizar plataformas virtuales a través de internet para que los trabajadores puedan acceder a las formaciones ya sea desde su hogar como desde la oficina.
- Interna o “in-house”. Es de carácter presencial, las formaciones se imparten en las oficinas de la compañía. Beneficia la participación en equipo de los empleados y la escucha activa.
- Colaborativa. Busca el intercambio de habilidades entre los trabajadores a partir de reuniones entre las distintas áreas. Así, cada área comparte sus conocimientos y funcionamiento a la vez que se promueve el compañerismo y la interacción de los equipos.
Para diseñar un sistema de formación hay que conocer y analizar qué tipo de modalidad es la más idónea para la organización y cuáles son los mejores centros de formación para cada empresa.
