El yoga es una terapia de enfermería integral que ayuda a fortalecer y equilibrar el cuerpo y la mente. Una técnica de meditación que estimula la energía y es fuente natural de vitalidad. Esta práctica se ha convertido en una forma de vida y, por supuesto, muchas de vosotras os preguntaréis qué tan recomendable el yoga durante el embarazo. La respuesta es: ¡mucho! El yoga para embarazadas es un método excelente para mover el cuerpo, estirar y promover el bienestar durante la etapa de gestación
¿Quieres conocer los beneficios y las medidas preventivas que se deben considerar? Entonces sigue leyendo, porque te interesará.
Beneficios, beneficios y más beneficios
El yoga es uno de los métodos de ejercicio más recomendados durante el embarazo porque, por su naturaleza, puede adaptar y preparar nuestro cuerpo, ayudar al crecimiento del bebé y facilitar el parto.
Durante el embarazo el cuerpo atraviesa una serie de cambios físicos y emocionales, lo que representa un verdadero desafío para el que conviene prepararse. Promover el contacto y la comunicación entre madre e hijo es fundamental para que los nueve meses de gestación sean tan saludables como sea posible.
Hay muchas razones por las que el yoga para embarazada es beneficioso: es una actividad física suave cuyo propósito es encontrar un equilibrio entre el cuerpo y la mente. ¡Toma nota!
Lo que hace por tu cuerpo
Mejora la forma de tu cuerpo: cuando estás embarazada, tu cuerpo cambiará día tras día. El yoga puede ayudarte a estirar, relajar y ejercitar tus músculos. Se trata de preparar el cuerpo para funcionar.
Corrige la postura poco a poco: en la práctica del yoga prenatal, es importante centrarte en cuidar el cinturón abdominal y la espalda. Por lo tanto, se libera la tensión en estas áreas para evitar calambres y enfermedades lumbares.
Trabaja el área pélvica: Es muy importante tener en cuenta la zona pélvica durante el embarazo, pues la pelvis se moverá hacia delante a medida que avanza el embarazo. ¿Qué hace el yoga prenatal? Soltarla para que se mueva suavemente.
Promueve el contacto con el bebé: el yoga para embarazadas puede ayudarte a comprender tu cuerpo, es decir, puede enseñarte a percibir tu estado en el espacio y a ser consciente de vivir en el cuerpo.
Es bueno para aprender a respirar: además de todos estos beneficios, también ayuda al sistema nervioso a relajarse y te permite aprender a controlar y comprender la respiración natural. De esta forma evitas también sufrir ansiedad, estrés y emociones negativas. Por otro lado, aprender a respirar conscientemente abrirá espacio en el diafragma.
Mejora el ciclo del sueño: durante el embarazo son muy comunes los trastornos de sueño. La práctica del yoga activa el sistema nervioso parasimpático que depende del sistema nervioso autónomo, que a su vez controla las funciones y comportamientos involuntarios.
Mejora la digestión: ciertas posturas de yoga favorecen el funcionamiento del sistema gastrointestinal. Además, los ejercicios de respiración pueden relajar nuestro cuerpo y ayudar a acelerar el movimiento del tracto digestivo.
Lo que hace por tus emociones
Ayuda a reducir los niveles de estrés.
Aporta un buen efecto calmante y relajante. Aprender a entrar en un estado de calma es fundamental para activar el sistema nervioso parasimpático y, por tanto, beneficia todas las funciones involuntarias. Es muy importante reducir el ritmo cardíaco y el ritmo cardíaco.
Te da confianza y bienestar emocional. Al practicar yoga, aprenderás a sentir y liberar tus emociones, encontrando así la paz interior y entendiéndote mejor a ti misma. Durante el embarazo, estar en contacto con las emociones y saber interactuar con ellas aumentará tu sensibilidad, aceptarte y confiar en ti misma.
Consejos a tener en cuenta
- Se recomienda practicar bajo la guía de un instructor de yoga profesional. Del mismo modo, se recomienda consultar a un médico antes de comenzar el ejercicio físico para garantizar la seguridad del ejercicio.
- Las mujeres embarazadas pueden practicar yoga en cualquier momento durante el embarazo, pero a medida que este avanza, ciertas posturas deben considerarse peligrosas y peligrosas, y así mismo deben evitarse.
- Evita comprimir el abdomen o abusar de las posiciones boca abajo. Te cuidado con los ejercicios de equilibrio o aquellos que requieren demasiado esfuerzo.
- Recuerda, no debes forzar tu cuerpo al realizar cada postura; por el contrario, cada posición debe sentirse cómoda, sin dolor. De hecho, si sientes dolor, debilidad u otros síntomas que indiquen claramente un problema, es mejor que dejes de practicar de inmediato.
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