El brand marketing o marketing de marca es uno de los enfoques de los modos de trabajo más interesantes de la actualidad. Antiguamente, las empresas y las marcas se construían sobre la marcha, mezclando la improvisación con la necesidad de cubrir los problemas que fuesen surgiendo. Actualmente, el proceso de creación de marcas es mucho más pausado y elaborado. Y te queremos explicar en qué consiste. Además, si estás pensando en formarte en Marketing, dónde estudiar no debe ser una duda. Te presentamos nuestra formación.
¿Qué es el Brand marketing?
Se trata de dar consistencia y calado a una marca. Es decir, aportarle contenidos, darle una serie de valores que la representen y, en definitiva, que posea un universo en el que se pueda ver referenciada. Desde los colores hasta el logo o escudo.
Debe ser una marca reconocible para el público. Y potenciar ese reconocimiento como un factor clave que puede influir en la decisión de compra de los potenciales clientes. Es decir, asumir que una marca no es simplemente sus productos sino todo el ecosistema que la envuelve, desde sus mensajes hasta su construcción visual y textual.
Esto es consecuencia de una necesidad clara de los mercados y de los consumidores actuales. Cada vez hay más personas que no solo buscan comprar por el producto en sí. Necesitan que esta experiencia envuelva más elementos. Y uno de ellos es el de identificarse o, por lo menos, encontrar mayor profundidad intelectual en una marca.
Como puedes ver, se trata de algo muy novedoso que ya está cambiando la forma de crear empresas. Así, es necesario que se empiece a integrar esta clase de modelos lo más rápido posible.
¿Cómo puedes encauzar una estrategia de branding?
Existen tres puntos básicos y diferenciados:
1. Reconocer los clientes potenciales
En el brand marketing tenemos que saber para quién hablamos, ya que en caso contrario estaremos malgastando saliva. Debemos tener muy en cuenta el público al que nos dirigimos. Por ejemplo, no podemos poner lo ecológico como un valor cuando nuestro público son personas de más de 70 años. Principalmente, porque la conciencia ecológica no es uno de los rasgos más profundos y significativos de ese target.
Por lo tanto, hay que averiguar primero quién compra y por qué compra nuestros productos. O, en caso de que todavía no estemos en funcionamiento, quién queremos que nos compre y dejar muy claro a qué clase de personas estamos tratando de explicarles un tema.
2. Crear un vínculo con las emociones
Nuestra marca tienen que estar formada por elementos que recorran emociones. Cualquier parte del trabajo que desarrollemos tiene que buscar crear, mantener o fortalecer el vínculo original y auténtico.
Ya sea de confianza o de alegría, las comunicaciones, creatividades y, en general, los elementos que vayamos a emplear en nuestros mensajes y productos van a relacionarse con eso.
3. Enviar un mensaje sin ambiguedades
Lo peor que puede hacer una marca es perderse en vaguedades o tratar de abarcar demasiado. Las explicaciones largas y complicadas aburren o distraen, haciendo que una gran masa de nuestro público pierda o se olvide del sentido final que queríamos transmitirle.
Por eso, lo mejor siempre es centrarse en enviar uno o, como mucho, dos mensajes. Y piensa que estos tienen que estar destinados a refundar o a sostener ese sentimiento de vinculación que quieres crear con tu público.
Por lo tanto, concéntrate en enviar un mensaje sencillo. Y, a poder ser, repítelo con una frecuencia suficiente como para que sea fácilmente recordado pero que no llegue a aburrir en ningún momento y que no sea monótono.
Algunos de los elementos claves del branding
Siempre hay una serie de marcas, de símbolos o de acciones que funcionarían como la punta de lanza de cualquier proceso de branding. Y, es que, aunque queramos darle una personalidad y una particularidad a nuestra marca, ésta siempre se va a construir en base a los mismos elementos que ha habido hasta entonces.
Nombre y logotipo
La presentación más inmediata de cualquier marca. No en vano el naming está cobrando cada día una mayor relevancia y popularidad y se une al brand marketing. Por un lado, el nombre de la empresa tiene que ser pegadizo y fácil de recordar, a la par que sencillo. Hay miles de formas de crearlos y de producirlos, pero dar con el adecuado es muy complicado, principalmente porque es imprescindible que encaje a la perfección con el resto de elementos de la marca.
El logo es un resumen gráfico de los valores y del espíritu que vaya a asumir tu marca. Aquí entra también la psicología del color, puesto que cada uno de ellos significa una cosa u otra y apelará a unas emociones distintas.
Generalmente lo más apropiado es estudiar varias opciones, presentar pruebas a diferentes personas, escuchar opiniones, reunir información y recabar datos. De esta forma podrás aproximarte a la opción más correcta.
Pensar un lema
El eslogan es un concepto básico del brand marketing porque es la reducción más interesante del concepto. Hay que condensar todo lo que quieres decir en una frase. Tiene que estar teñida del espíritu de tu empresa, contar con una serie de valores claros y ser pegadiza y efectiva. De nada vale, si no cumple estos requisitos.
El poder aquí está en las palabras y no es algo que se pueda controlar en poco tiempo. Por lo tanto, es necesario que medites en profundidad sobre las posibilidades que tienes y pienses un concepto que aglutine todo lo contado hasta ahora en este apartado.
Apostar por los valores marcados
La mejor forma de humanizar y de darle densidad y contenido a una marca es otorgándole, también, una serie de valores marcados. Que se implique en causas o que abandere determinados movimientos o aspiraciones que crees que pueden resultar claves.
Es una manera de volverla muy actual y de hacer que se enfrente, también, a su tiempo. Así le das una constitución narrativa que viene muy bien para que el público la identifique y, de la misma manera, que le quede en el recuerdo.
En conclusión, el brand marketing es el mejor sistema si quieres crear una marca. Para aproximarte a tu público objetivo y mostrarte como una empresa sin fisuras y muy humana capaz de vender sus productos u obras de una manera más eficiente.
