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¿Qué es la musicoterapia?

La música ha sido siempre un elemento de bienestar, como arte también puede tener fines terapéuticos, la disciplina encargada de ello es la musicoterapia. En este tipo de terapias, la música se convierte en la materia prima mediante la cual el oyente experimenta diferentes sensaciones que recibe a partir de los estímulos musicales. Estímulos que no solo pueden definirse por el sonido, también por el ritmo. El lenguaje terapéutico emplea todos aquellos elementos que componen la música como medio para potenciar un objetivo de bienestar.  

En nuestra rutina diaria la música siempre está presente, sin importar el espacio: en el cine, en la televisión, en la radio, en los conciertos, en momentos de celebración. Cada momento posee una banda sonora particular, tu vida, también. La música, «misteriosa forma del tiempo», escribió el cuentista argentino Jorge Luis Borges, sin dudas es un alimento integral que nutrir la mente, pero también el cuerpo.

¿Qué beneficios presenta la musicoterapia?

La musicoterapia es una profesión que combina la búsqueda del bienestar, el deseo de vivir una existencia plena con la música como método de tratamiento. A pesar de que el sufrimiento forma parte de nuestra realidad, el deseo de felicidad será siempre un motor de activación de resiliencia. La música cobra central importancia en este punto, pues es un recurso de resiliencia que refuerza la creatividad del oyente. Así una melodía puede, por ejemplo, simbolizar esperanza para quien encuentre en ella un estímulo de acompañamiento.

¿Puede ayudarnos a superar un malestar?

Sin dudas, uno de las dificultades que más atañe a las personas hoy por hoy es la dispersión en la atención. Podemos estar en un único lugar, pero nuestra atención puede estar flotando lejos de allí, en un escenario diferente. Concentrarse es algo difícil de lograr en muchas ocasiones, la tecnología también juega un rol importante en ello, pues es un factor de distracción constante. En nuestro trabajo nos ocurre con frecuencia comenzar a pensar en tareas pendientes u hogareñas

Lo cierto es que nuestra felicidad está íntimamente relacionada con el disfrute del momento y la desconexión; la musicoterapia refuerza la concentración para centrarnos en lo que debemos hacer en el momento, ya que el oyente se aplica a los estímulos que recibe.

Otra dificultad que puede detener el bienestar de muchos profesionales es el estrés. No hay mayor malestar en estos tiempos modernos, sin dudas es un factor recurrente en nuestro estilo de vida. Reducirlo es posible mediante recursos que alivian sus síntomas, aquí el efecto terapéutico de la música resulta clave.

¿Es una ayuda intrapersonal?

Esta experiencia también estimula la introspección personal a través del autoconocimiento, donde el protagonista se vuelve receptivo a sus emociones y sentimientos. Esto es esencial en la búsqueda de la felicidad. No obstante, el efecto de esta disciplina no solo puede observarse en la relación que el ser humano mantiene consigo mismo, también se ve claramente en la que logra con los demás. Al mejorar tu estado de ánimo, mejora también el disfrute de tus vínculos con los otros.

Cada sesión pueden contener un enfoque individual o grupal. La conexión con el grupo es necesaria para cada uno de los protagonistas que se relacionan con los demás en un espacio creativo de ilusión. La musicoterapia puede mejorar, incluso, la relajación para prevenir la ansiedad o para aliviar los síntomas.

¿Cuáles son las técnicas que se aplican en la musicoterapia?

Las técnicas son variadas y dependen de las necesidades específicas de cada individuo. Muchas veces se aplican juegos musicales; otras veces, las personas acuden a clases para aprender un instrumento musical. Cada experiencia ofrece un contexto diferente por lo que puede aplicar a un enfoque terapéutico particular.

Las clases de guitarra, por ejemplo, puede combinarse con los instrumentos de percusión, así el sonido de cada instrumento se vuelve una materia prima que profundiza la creatividad. Además, las canciones son un medio de expresión y comunicación muy presentes en la terapia; la propia voz tiene un significado especial en estas sesiones, ya que ayudan a darle importancia al mensaje que está inserto en la melodía.

Las técnicas de relajación aplicadas en el lenguaje musical también resultan interpeladas en estas sesiones, pues conducen a un objetivo de bienestar. El refuerzo del bienestar es un momento personal muy complejo para el protagonista.

¿A quién va dirigida la musicoterapia?

Esta disciplina está dirigida a distintos grupos de población. No importa que sean niños, adultos, personas mayores, enfermos de Alzheimer, embarazadas o pacientes con dolencias específicas. La música será siempre un elemento terapéutico que estimula al paciente a distraer su atención de cualquier molestia o preocupación que le afecte.

A través de un refuerzo del bienestar y de un empujón al estado de ánimo, una persona es capaz de fortalecer positivamente su pensamiento. Esta es una materia que, de hecho, cada vez tiene más presencia en los hospitales.

La música, una disciplina inclusiva

En un espacio diferente, el lenguaje terapéutico de la música también puede potenciar el aprendizaje en los niños pequeños. En consecuencia, esta materia atesora una gran proyección en el espacio educativo.

La música está tan presente en la vida de un ser humano que, por esta razón, entraña un significado universal en todas las edades. La armonía conecta con el lenguaje, con los recuerdos y con la belleza que contiene. También transmite el ritmo, la armonía, el contraste con el silencio, el equilibrio, la evolución y el cambio. Del mismo modo que cada lector de una obra completa la trama de una historia, la música remite igualmente al oyente.

La musicoterapia es una disciplina indispensable por el efecto terapéutico que posee. Sin dudas es un recurso tan universal como es la música. El musicoterapeuta es el profesional competente capaz de desarrollar diferentes dinámicas que potenciarán el bienestar atendiendo a las necesidades concretas de cada paciente.

Fuente: Instituto Europeo de Educación

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