La educación infantil es uno de los más grandes retos de la sociedad, por ello, es importante aplicar distintas actividades que permitan el desarrollo de cada una de las capacidades de los pequeños. Por ejemplo, tenemos una de las actividades más populares en la educación de niños, el árbol de valores. El objetivo principal de esta dinámica es darle a entender al pequeño la importancia de diferentes valores. A través de este juego es muy fácil inculcarles a los niños los conceptos más básicos para llevar una convivencia social sana y mantener un comportamiento adecuado con unos valores sólidos.
Si te interesa aprender cómo funciona esta actividad y cuáles son sus ventajas, en este post te contamos cómo llevar a cabo este ejercicio y los beneficios que ofrece.
¿Qué es el árbol de valores?
Por lo general, esta es una actividad que se aplica en la educación infantil. Este ejercicio permite a los pequeños aprender acerca de las cosas que son realmente importantes en la vida. Por ejemplo, al desarrollar esta actividad los niños podrán comprender fácilmente el verdadero significado de los valores de manera práctica y lúdica.
Además de llevar a cabo esta dinámica en los más pequeños, es un método que se puede aplicar perfectamente y sin problema en grupos de adultos, obviamente, con algunas modificaciones.
Esta actividad es realmente útil y valiosa, pues nos ayuda a recordar la importancia de los valores en nuestro crecimiento personal. Cada uno de ellos conforman nuestra personalidad y el carácter con el que nos enfrentaremos a la sociedad. En general, los valores son la base para llevar una vida sana dentro de la sociedad, pues son las cualidades que definen nuestro comportamiento al enfrentarnos a las personas.
¿Cómo fomentar los valores en los niños?
El primer paso es mostrarles a los pequeños varios de los valores que puedan identificar fácilmente, para que, posteriormente, expliquen con sus propias palabras a qué se refiere cada uno de ellos. Por ejemplo, la amistad o el respeto generalmente son algunos de los valores que los niños podrían reconocer con mayor facilidad en su entorno. Sin embargo, habrá muchos otros valores que los niños aún no identificarán, pero será cuestión de introducirlos poco a poco a su vida a través de ejemplos fáciles de entender.
Los cuentos pueden ser un excelente aliado cuando de inculcar valores se trata. A los niños les encantan las historias de los cuentos y, a través de ellos, aprenderán de manera lúdica el significado de muchos valores. Por ejemplo, cuentos como el de la hormiga y la cigarra, o la tortuga y la liebre, contienen mensajes llenos de valores que los niños podrán comprender con facilidad.
Una vez los pequeños ya estén más familiarizados con los valores aprendidos, deben aprender a identificarlos en diferentes experiencias de la vida real. Los relatos cortos son perfectos para que los niños traten de identificar la situación y el comportamiento de los personajes de cada historia.
Así se construye el árbol de valores
Luego de que los niños tengan un poco más de conocimiento y se encuentren más familiarizados con los valores, podemos empezar a construir el famoso árbol de los valores. Primero, necesitaremos varios dibujos o palabras que reflejen cada valor aprendido. También será necesario dibujar un árbol con grandes ramas.
La actividad consiste en que los niños deberán ordenar cada uno de los valores de manera jerárquica, de mayor a menor importancia. La idea es que entre ellos mismos puedan debatir cuál es más importante que los otros y cómo se organizarían mejor.
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