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¿Qué hay que tener en cuenta para elegir una oposición?

Con la nueva Oferta de Empleo Público que ha aprobado el Gobierno, una de las más altas respecto al número de plazas de los últimos años. Ángela de las Heras, directora del área de Oposiciones del CEF afirma que «Es, sin duda, la mejor oferta de empleo público desde 2018, una oferta amplia y consistente que abre muchísimas posibilidades a quienes contemplen presentarse a una oposición».

Con este motivo el CEF.- ha emitido una serie de recomendaciones a tener en cuenta por todos aquellos que se estén planteando la posibilidad de presentarse a unas oposiciones.

10 preguntas que debemos hacernos antes de optar a una oposición

  1. ¿TENEMOS TODA LA INFORMACIÓN? Contar con información completa, actualizada y de calidad es muy importante para elegir con criterio la oposición más adecuada. El BOE, las páginas web oficiales de los organismos convocantes y los centros preparadores son algunas de las imprescindibles.
  1. ¿ES UN PROGRAMA AJUSTADO A NUESTRO PERFIL? Es importante que el programa de la oposición esté en sintonía con el perfil del futuro opositor, ya sea por sus estudios, por su experiencia laboral anterior o por sus intereses y preferencias personales.
  1. ¿ES COMPATIBLE CON NUESTRA SITUACIÓN PERSONAL? La alta dedicación y nivel de compromiso que representa estudiar una oposición hacen que sea incompatible con determinadas situaciones personales. Muchas oposiciones, especialmente las de grupo A1, son tan exigentes que no permiten compaginar su preparación con un trabajo u otras responsabilidades.
  1. ¿TENEMOS MIRADA DE LARGO ALCANCE? Al opositor le conviene pensar en el medio/largo plazo. Las oposiciones de los grupos A1 y A2 requieren mayor tiempo de preparación (de dos a cuatro años), pero también son las que ofrecen mayores expectativas de éxito si se trabajan bien.
  1. ¿NOS DESLUMBRAN POR LAS GRANDES CIFRAS? Cuidado con el reclamo de las grandes convocatorias (a no ser que se adecuen muy bien a nuestro perfil). Muchas plazas no significa necesariamente mayores oportunidades de aprobar.
  1. ¿HAY SUFICIENTE REGULARIDAD DE LAS CONVOCATORIAS? No todas las oposiciones son convocadas todos los años ni con el mismo número de plazas. En algunos cuerpos de la Administración las convocatorias son muy estables, mientras que otras son más esporádicas.

  1. ¿DÓNDE VAN A DESTINARNOS Y CON QUÉ SUELDO? Aprobar una oposición puede suponer en algunos casos un casi seguro cambio de localidad para el nuevo funcionario, al menos, en los primeros años. Resultará útil, por tanto, averiguar dónde están esas plazas a las que optamos.
  1. ¿CÓMO SERÁ EL TRABAJO QUE REALIZAREMOS? Es un punto esencial, ya que en caso de conseguir la plaza es muy posible que pasemos muchos años de nuestra futura carrera profesional desempeñando esas tareas.
  1. ¿HAY UN PLAN B? Preparar una oposición es una travesía por el desierto en la que no hay garantías de llegar al destino final. Por eso, cuando se aborda un proyecto de tal envergadura y dificultad conviene tener una alternativa en caso de que no se logre el objetivo. Una puerta cerrada puede significar otras que se abren.

10. ¿TENEMOS VOCACIÓN DE SERVICIO? La perspectiva de «un sueldo fijo para toda la vida» suele ser una de las principales motivaciones para todo opositor. Sin embargo, siendo legítima y entendible, la estabilidad que proporciona convertirse en empleado público no debería ser motivo suficiente para acometer una carrera en la Administración. Un funcionario es, ante todo, un servidor público, y sin temer una clara vocación de servicio será muy difícil que pueda llegar a sentirse realizado y tener éxito en su futura profesión.

 

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