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Uno de los aspectos que más importancia tiene en el mundo hiperconectado en el que vivimos, es el de la seguridad de nuestras comunicaciones. Nuestros datos tienen valor, porque suponen información personal sobre nosotros, o sobre nuestro negocio y clientes, y por tanto deben ser protegidos, para evitar que nadie ajeno pueda tener acceso a ellos.

Estamos empezando a acostumbrarnos peligrosamente a conocer a diario nuevas noticias sobre pérdidas de datos en empresas, robo de información en grandes bases de datos de clientes, o secuestro mediante cifrado de información, como sucede con cryptolocker y sus derivados. Pero también, sobre conversaciones que han sido interferidas, mensajes en principio privados que han salido a la luz pública, y otras formas de intervenir en intercambios de información entre dos o más personas.

Una de las causas más importantes de éstas intrusiones es que en general, no hay una conciencia de lo importante que es tomarse en serio proteger nuestras comunicaciones: Muchas veces, nos conectamos desde redes públicas no seguras, o sin contrastar si hay algún tipo de amenaza infiltrada en la propia red, que pueda interceptar nuestra conexión y apropiarse de nuestros datos, y además, las empresas y particulares usan (más a menudo de lo que deberían) los mismos sistemas de comunicación, sin pensar en que el hecho de estar tan extendidas, también supone que están más “amenazadas”.

La comunicación empresarial ya no se hace únicamente por correo electrónico, sino que cada vez es más frecuente ver facturas, proyectos de empresa o contratos siendo intercambiados por Whatsapp o Telegram, asumiendo que sus anunciados “cifrados” son lo bastante seguros para que los mensajes, las imágenes o incluso los vídeos que se envían a través de ellos estén protegidos contra la intrusión. Y lo que es más importante, confiando nuestros datos y comunicaciones en empresas de entornos internacionales, y sujetas a intereses de negocio “ajenos”, (como la compra de Whatsapp por Facebook, que no es especialmente conocida por el respeto a la privacidad).

Como expertos en Seguridad Informática, hemos tenido conocimiento de algunas iniciativas interesantes que buscan asegurar las comunicaciones, tomándose muy en serio la protección de la información. Una de las más recientes es Securizze, una aplicación de mensajería cifrada que presenta algunos aspectos interesantes:

En primer lugar, la aplicación genera una identidad de usuario única y específica, sin estar vinculada al perfil de redes sociales, o al número de teléfono, lo que ya facilita un cierto nivel de privacidad. De éste modo, solamente se puede establecer la comunicación entre aquellos usuarios que se han intercambiado y aceptado sus identidades, con lo que acaba con los casos de “spam” o usuarios desconocidos que envían información no solicitada.

Además, su funcionamiento es “punto a punto”, cifrando el mensaje desde el dispositivo del emisor, y descifrándolo sólo en el del receptor, con lo que no hay almacenamiento de la información transmitida en los servidores de la empresa, ni posibilidad de que un tercero pueda acceder a los mensajes enviados, a diferencia de otras aplicaciones “comerciales” que almacenan las comunicaciones en sus propios servidores, y que en caso de un ataque, podrían ser accedidos por alguien ajeno.

El cifrado de éstas comunicaciones es un valor añadido a la hora de conectarnos desde redes públicas, en las que no se haya contrastado que sean seguras o que no tengan algún intruso intentando capturar lo enviado, ya que el contenido de la información sólo podría descifrarse desde el dispositivo del destinatario del mensaje.security

Por último, y como muestra de su objetivo, es una aplicación centrada en la comunicación por texto. Para evitar los riesgos que puede suponer el envío de archivos de diversos formatos, no permite el envío de vídeos o fotos, con lo que se han especializado en proteger las comunicaciones que puedan ser sensibles en el entorno profesional y empresarial, evitando así esa “tentación” de intercambiar contratos, proyectos o negociaciones en marcha mediante fotos que pueden ser accedidas por terceras aplicaciones maliciosas instaladas en el teléfono.

En definitiva, Securizze se presenta como una aplicación muy interesante que promete un compromiso solvente con la seguridad de la información y de nuestras comunicaciones, que os animo a conocer.

Fuente: Blog The Security Sentinel

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