El mundo está cada vez más conectado y vuelca en la red millones de datos al día. Los delincuentes no son indiferentes a esta tendencia y los llamados ciberdelitos crecen a un ritmo geométrico. En 2011 se iniciaron en España unos 6.000 procedimientos por este tipo de infracciones, en 2015 fueron más de 20.000. El último grito en agresiones digitales es el Ransomware, que se ha convertido en un asunto prioritario en buena parte de la Unión Europea por ser uno de los ataques que más crecen y por la complejidad del software desarrollado.
El ransomware es una variante de troyano que secuestra los datos y archivos de usuario, al que se le exige un pago para recuperar el control de su dispositivo. Este malware se introduce en el sistema a través de web maliciosas, junto con un archivo descargado o en archivos adjuntos. Una vez dentro, encripta los archivos almacenados y el usuario recibe un mail o un archivo de texto con una nota de rescate. Muchos usuarios pagan la cantidad exigida, aunque esto no garantiza que los ciberdelincuentes devuelvan los datos retenidos. Existen numerosos tipos de ransomware y miles de claves diferentes para encriptar los archivos, lo que dificulta mucho la lucha contra este delito.
Existen otros tipos de ataques tecnológicos que aprovechan la información que existe sobre personas y empresas en la red. Los delitos más comunes son el phishing (robo de datos y contraseñas), carding (uso fraudulento de tarjetas de crédito), el acoso y elciberbullying. Otra práctica habitual es el scareware, que da un aviso falso sobre una infección en el sistema para convencer al usuario para comprar un antivirus, también fraudulento.
Cómo proteger nuestros datos a través de la Ciberseguridad
Conocer las amenazas y ser consciente de los riesgos es fundamental para evitar caer en engaños y estafas que nos pueden salir muy caros. Si trabajamos a través de internet o almacenamos información valiosa, resulta interesante realizar un curso de seguridad informática como los que ofrece INESEM Business School para proteger nuestros datos.
También hay medidas básicas que todo usuario puede tomar para evitar ser víctima de ciberdelitos. La principal es mantener actualizado el software de los dispositivos, ya que las nuevas versiones introducen mejoras de protección actualizadas. También es importante usar contraseñas complejas y cambiarlas con regularidad, así como evitar las redes wifi no seguras.
Dado que cada vez guardamos más información en la nube, se recomienda no dejar las sesiones abiertas y usar redes privadas seguras para operaciones delicadas como movimientos bancarios. Por otra parte, desconfiar de los mails y web sospechosas puede ahorrarnos muchos problemas en el futuro. También hemos de ser precavidos con todo lo publicamos en redes sociales, ya que podemos estar abriendo la puerta de nuestros sistemas a hackers y piratas.
Los ataques son diversos y evolucionan rápidamente; la mejor defensa de los usuarios y las empresas es mantenernos actualizados y ser precavidos para ponérselo más difícil a los delincuentes digitales.
