La formación es poder, puesto que nos permite adquirir los conocimientos necesarios y adecuados a nuestra práctica profesional. Las ofertas formativas nos abren un gran abanico de posibilidades, pero en ocasiones la decisión final resulta menos clara de lo esperado. Si nos paramos a pensar ¿cuál es la formación que me aportará el valor profesional que necesito para destacar de entre los demás? La respuesta es aquella formación que sientas como vocacional y con la que en cierta manera te sientas definido mediante su práctica.
Formarse no es simplemente un capricho o una oportunidad profesional: es la base de una vida productiva y feliz. Formarte en aquello que te gusta, te motiva y promueve es el tipo de formación que debes buscar. Hoy en día, cuando eres joven te encuentras ante una realidad social que te hace plantearte diversos interrogantes y el futuro estable y exitoso parece algo efímero. A pesar de las dificultades que como joven puedas encontrar, ocasionando una desmotivación colectiva, no hay que tirar la toalla ni dejar a un lado el empeño por adquirir una formación cualificada.
«La habilidad es lo que eres capaz de hacer, la motivación determina lo que harás, y tu actitud establece lo bien que lo harás.» Lou Holtz
Cada uno de nosotros tiene habilidades que lo destacan y le confieren por sí mismos un valor añadido. De lo que se trata es de descubrir cuáles son estas habilidades con las que cada uno se identifica y una vez detectadas potenciarlas mediante una formación acertada.
Los jóvenes no deben dejar de soñar, no deben dejar que las circunstancias externas influyan en la posibilidad de adquirir los conocimientos necesarios para ejercer como profesionales exitosos. Es verdad que en el mundo actual la competitividad es el pan de cada día, pero esto no es un obstáculo, es un reto por superar.
«Reinventarse es la oportunidad que te ofrece el destino de crecer hasta el infinito.»
Mediante la formación el estudiante será capaz de adquirir una titulación cualificada, que le permitirá desenvolverse en diferentes contextos empresariales de ámbito público y privado, será capaz de adaptarse a las distintas culturas empresariales, dominar las distintas materias del programa de formación, aceptarse a sí mismo y a los demás, tener iniciativa, aprender a trabajar en equipo, ser capaz de reflexionar sobre su práctica y ser comprometido con su actividad laboral.
El primer obstáculo es el que cada uno se ponga a sí mismo, pero si te atreves a orientar tus habilidades profesionales a una formación que te capacite como profesional cualificado y te aporte la satisfacción que estabas buscando, ha llegado tu momento de elegir y dejar a un lado las dudas y los miedos.
Quizás ya te hayas formado en alguna especialidad, pero te has dado cuenta de que te sientes vacío o simplemente quieres intentar cosas nuevas. Te animamos a hacerlo, la formación nunca sobra, siempre suma. Formarte es tu pasaporte hacia el destino donde tus objetivos se cumplen, ya seas un joven que recién está emprendiendo el camino profesional, un emprendedor con ganas de probar nuevas alternativas, deseas reciclar tus conocimientos o eres un profesional con experiencia y deseas acreditarla. Cualquiera que sea tu situación recuerda que la formación es tu carta de presentación y ahora más que nunca las posibilidades para formarse son mucho más accesibles mediante los planes de formación que en muchos países se están llevando a cabo para incrementar la empleabilidad, una herramienta de progreso social y humanitario.
¿Cuál es la formación que estabas buscando?
