El ciclo de vida del producto no es más que el tiempo que pasa entre su creación y su fecha de caducidad. Es importante conocerlo para poder establecer en qué fase se encuentra cuando presenta problemas o situaciones que puedan ocurrir durante el tiempo de vigencia. Si es un tema que te interesa, quédate con nosotros porque hemos preparado un artículo a continuación en el que ahondamos en el tema.
¿Cómo se determina el ciclo de vida de un producto?
Dentro de las normas tácitas del marketing, el ciclo de vida de un producto empieza a contar en el momento en que se gesta hasta que muere. En ese periodo de tiempo, pasa por diferentes etapas que el empresario o comerciante debe conocer para poder atender los inconvenientes que se presenten antes, durante y después de salir al mercado. Repasemos dichas frases para tener mejor claridad:
Gestación
Es la primera fase por la que pasa un producto, pues es en este punto en que se da forma a la idea y se determina cómo se fabricará, a qué necesidades responde y qué procesos harán posible que se haga realidad.
Introducción
La segunda fase comprende el lanzamiento del producto al mercado y las reacciones del público al entrar en contacto con él. Al ser la primera vez que se fabrica nuestro producto, esta fase también contempla los errores que puedan ocurrir en la cadena de producción.
Esta fase también comprende las campañas de marketing y difusión, de manera que podamos informarle a tanta gente como sea posible que nuestro producto ya está disponible. No podemos saltarnos la promoción ni escatimar en gastos para ello, pues es importante que el público conozca nuestro producto para que pueda comprarlo.
La duración de la fase de introducción es incierta, pues depende del comportamiento del producto en el mercado, pero sí hay ciertas variantes que nos pueden orientar. Por ejemplo, si el producto es innovador y no existe competencia, la fase de introducción será corta porque la gente querrá consumirlo. Por el contrario, si se trata de un producto que ya existe en otras versiones, puede tardar un poco más en ser recibido.
Turbulencias
Por supuesto, al introducir un producto nuevo al mercado ocurrirán una serie de incidencias que será necesario atender y corregir para garantizar su permanencia. Una de las más graves que el producto haya tardado tanto tiempo en producción que al salir al mercado, la gente no muestre interés por él.
La etapa de turbulencias es decisiva, pues termina garantizando la permanencia del producto en el mercado.
Crecimiento
Pasada la etapa de turbulencias y más establecidos en el mercado, el producto pasa a una etapa de crecimiento en la que es posible ver sus beneficios y seguir desarrollando ideas en torno a él. Aquí sigue siendo necesaria la inversión en promoción, pero al haber solucionado las incidencias de producción, el proceso será más efectivo.
Madurez
Etapa de establecimiento en el mercado. El crecimiento de un producto suele atraer competencia, lo que nos obliga a mejorar el producto y todos los detalles involucrados en la cadena de distribución.
Declive
Se trata de la etapa final, cuando el producto deja de funcionar y se hace necesario reformularlo, reformarlo o reemplazarlo por otro más efectivo.
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