A medida que las dinámicas de trabajo avanzan, los perfiles de los profesionales también deben adaptarse a ella. Eso hace que, en muchos casos, sea necesaria una actualización y revisión de las habilidades con las que se cuenta. En el campo de los recursos humanos, se suelen definir como soft skills y hard skills, habilidades blandas y duras. En este artículo se profundizará sobre la primeras, unas que no dependen del conocimiento teórico o técnico sino que aborda otros aspectos de la vida de las personas. Es así como las compañías exploran las posibilidades de liderazgo de un empleado, por ejemplo.
Este artículo está enfocado en ellas, tanto para quienes desean conocerlas como para quienes estén buscando mejorar en este sentido.
Soft skills: ¿de qué se trata?
Por lo general, cuando se trata de habilidades curriculares, es muy común que las personas describan qué saben hacer, cuáles conocimientos técnicos y teóricos manejan, como el manejo de programa o estudios en determinado campo. Sin embargo, cuando se trata de soft skills, hay que hablar sobre cuestiones, en algún punto, intangibles. Por ejemplo, la capacidad de trabajar en equipo o de liderar.
Para hacer más claro el contraste, cuando una persona sabe hablar varios idiomas, eso es considerado como una hard skills, una habilidad dura que le permite avanzar en determinado campo. En caso de que tenga capacidad de liderazgo o sepa manejarse en situaciones de estés, se trata de habilidades blandas, soft skills. Estas últimas cada vez toman más relevancia porque las compañías se están interesando en la capacidad que tienen los profesionales de integrarse a los equipos de trabajo, de abordar situaciones que, en ocasiones, están en el plano emocional antes que en el teórico o profesional.
Por eso cada vez es más común que las empresas privilegien estas habilidades antes que otras durante alguna búsqueda.
Soft skills: ¿cuáles son las más valoradas?
Debido a la pandemia ocasionada por el Sars-COV-2, el virus que ocasiona la COVID-19, las dinámicas de trabajo han cambiado de manera significativa. Uno de los cambios más significativos en la instauración del teletrabajo como modalidad, haciendo que los equipos se integren en otro plano, el digital, lejos de las clásicas oficinas. En este sentido, es clave cada soft skill que un empleado pueda tener porque se le exigirán en diversos momentos del día a día en la compañía. Algunas de las habilidades blandas más comunes y, a la vez, más importantes, son las siguientes.
Comunicación
No solo se trata de hablar; también es cuestión de saber expresar las ideas, de entender cuanto dice el otro y ofrecer una respuesta adecuada a eso que plantea el compañero de trabajo o un equipo con el que se esté abordando un proyecto. Esta habilidad blanda, cuando es bien utilizada, ayuda a reducir conflictos y contribuye al buen desempeño laboral, tanto particular como grupal.
Capacidad de negociación
Es necesaria en entornos en los que se manejen diversas decisiones con frecuencia, en la que haya que gestionar múltiples ideas y personalidades. Saber gestionarlas contribuirá a dar con lo mejor del rendimiento profesional de los compañeros, y por tanto de la empresa, así como ayudará a conservar un buen clima en la organización.
Manejo del tiempo
Dentro de las soft skills más buscadas, destaca porque requiere que la persona pueda optimizar el tiempo, saber organizarse, planificar, priorizar y gestionar de forma eficiente múltiples cuestiones vinculadas con su rol en la organización. Aunque esto no lo parezca, también tiene impacto en el resto de la dinámica de trabajo, en el hacer de los otros compañeros.
Capacidad de adaptación
Como las rutinas son cambiantes, en especial ahora que la COVID-19 ha alterado tantas cuestiones, se hace necesario saber adaptarse a los nuevos escenarios. Esto, en ocasiones, se traduce a “saber hacer más de una cosa” para llevar a buen puerto las múltiples asignaciones que puedan estar asociadas con un cargo o rol dentro de la organización.
Originalidad y creatividad
Las ideas que sobreviven los diversos cortos son aquellas que tienen una particularidad especial, un enfoque innovador, un punto que a nadie más se le ocurrió. Son un camino más grato hacia el éxito o buen desarrollo de los proyectos. Por eso es vista como una habilidad blanda valiosa.
Trabajo en equipo
Incluso a distancia, sigue siendo esencial. Los proyectos o tareas ya no dependen solo de una persona sino del trabajo de varias. Saber compaginarse con ellas, relacionarse de una mejor manera, facilitará la carga de trabajo.
Responsabilidad
¿Es necesario explicar cuán importante es dentro de una organización? Impacta tanto en el performance personal como grupal. Una persona responsable podrá asumir retos y acciones en el tiempo indicado, por ejemplo, así como llevar de buena manera su relación con otros aspectos de la organización, como el cumplimiento del horario.
Inteligencia emocional
Parece que es un término asociado únicamente a las relaciones personales. Sin embargo, dentro del universo empresarial también es clave. ¿Por qué? Porque en este apartado también se producen tensiones, conflictos, se mezclan emociones que influyen en el hacer cotidiano de la empresa. Entonces, saber manejar esos factores, controlar aquella que incomoda y, en otro plano, saber separar lo personal de lo laboral, fomenta dinámicas de trabajo más creativas y productivas.
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