Nos encontramos ante una problemática grave, una situación ante la que no podemos mirar hacia otro lado. Hoy quizás se nos entristezca el rostro al leer sobre un suicidio, pero mañana puede ser algún familiar o ser querido el que se encuentre en esta situación y quizás sea demasiado tarde. En España se suicidan una media de 10 personas al día, y a nivel mundial genera más muertes que la suma de los homicidios y las víctimas de guerra.
El suicidio sigue siendo un tema ‘tabú’ en la sociedad a pesar de que es la primera causa de muerte entre los jóvenes varones de 15 a 29 años, duplicando el número de víctimas mortales por accidentes de tráfico desde hace varios años y sólo superado por las enfermedades externas. Pero… ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Porqué los jóvenes optan por suicidarse? ¿Se trata de un trastorno psicológico?
Los expertos afirman estar “despistados respecto a la causa”, ya que los maltratos, abusos, bullying o sexting son posibles causas, pero no las más importantes. Hay suicidios imprevisibles, muy difíciles de detectar y que quizás sean prácticamente imposibles de evitar, pero otros sí lo son, por eso es sumamente importante que el sistema sanitario, social y educativo estén sensibilizados y concienciados de que existe ese problema, y a partir de ahí estudiar qué se puede hacer al respecto.
El problema no radica en los suicidas, sino en una sociedad que, o les impulsa a ello u obvia su problema. De vez en cuando vemos como medios de comunicación o redes sociales se hacen eco de casos como el del juego de la ballena azul o el bullying escolar y nos estremecemos, nos sorprendemos con series como 13 reasons why e intentamos darnos cuenta del gran problema en ese momento, aunque sólo nos dura la preocupación hasta el final del capítulo. ¿Por qué los medios nos informan de eso y no de las cifras generales? ¿Por qué nos enteramos de que ha salido un juego macabro que conduce al suicidio e intentamos prevenir a los jóvenes y no nos explican que, durante el último mes, 3 chicos más se han suicidado sin ser partícipes de ese juego? ¿Si no hay morbo o novedad no vende y, por tanto, no es suficientemente interesante de ser tratado? ¿Realmente somos así de cínicos?
El suicidio es un problema de salud pública que provoca muchas muertes al año y frente al cual las administraciones públicas deberían hincapié y dedicar recursos a su tratamiento. Por otro lado, los medios de comunicación deben tomar el protagonismo que tienen e informar sobre los suicidios sin temer el «efecto llamada», basándose en la guía que elaboró la OMS en 2010 sobre la forma de informar: sin fotos, sin nombres, sin detalles sobre la forma de morir… Lo que mata es silenciar el suicidio.
Hola, me ha llamado mucho la atención éste artículo, en mi caso, cuando tuve ideas sobre ese tema, me encontraba en una depresión sin ser consciente de ello, varios fueron los motivos… Bueno, desde mi punto de vista, si que influye mucho el estado emocional en el que estés, también influye el tipo de vida que hemos creado, en el que no «eres nadie» si no tienes X cosas, como una carrera, ser el mejor expediente o cumplir unos requisitos para obtener becas y demas cosas profesionales.. un poco la cultura de Eres tu profesión… y claro caemos un poco en identificar a todo nuestro ser sólo con eso o con algo «finito» ya sea, ser bailarin, ser el que ameniza las fiestas o cosas así, cuando llega el momento y te preguntas realmente… Quien eres? Y que haces aquí en éste mundo? Es cuando te cuestionas muchas cosas, ahí… muchos se dejan llevar por esa voz que en el interior te dice que no vales un carajo y si uno no conecta con su ser infinito, con su parte espiritual, es cuando puede ocurrir estos acontecimientos que como bien has dicho son aun tabú, nosé si la he desarrollado mucho, pero es lo que yo he concluido a raiz de mi propia experiencia.
Hola, Maria,
Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros.
Un fuerte abrazo.
Totalmente de acuerdo con el artículo, tenemos poca información y no sabemos como evitarlo.
Muchas gracias por tu comentario, Nuria. :-)
Un mal que ataca principalmente a jóvenes…un mal cuya cura depende de la presencia del «otro».
Un buen artículo cuya problemática habría que tener muy presente.
Muchas gracias por tu comentario, M. Ángeles. :-)
Un saludo.