Los seres humanos estamos diseñados para andar sobre tierra, por eso, cuando entramos al agua se nos dificulta la técnica de cómo respirar al nadar. Cada vez que nos desplazamos por el agua necesitamos realizar brazadas y patadas constantemente y por esta razón se requiere oxígeno en el cuerpo, para ello, debemos realizar algunos ejercicios para entrenar nuestros pulmones.
Ahora te estarás preguntando, ¿Cómo debemos respirar cuando practicamos la natación? Bueno, en este artículo te ayudaremos a desarrollar las técnicas de respiración durante el nado, aunque también puedes aprenderlos a profundidad y de una forma profesional con nuestro Curso Entrenador Superior de Natación.
Consejos para mejorar la respiración al nadar
El entrenamiento te ayudará a respirar más rápido, profundo y eficiente. Mientras más practiques los ejercicios de respiración podrás nadar mejor, obteniendo un alto rendimiento.
- Cómo respirar en el agua
Cuando nades, siempre debes respirar a través de la boca. Por medio de una exhalación completa vacías todo el aire de los pulmones, haciendo que la inhalación sea más efectiva. Esta exhalación dura de dos a tres veces más que la inhalación. La inhalación y la exhalación deben estar sincronizadas con los movimientos de brazo y pierna ya sea para brazada de pecho, mariposa o espalda.
- Aguantar la respiración
Antes de dar inicio a cualquier actividad acuática, es importante que realices los ejercicios bajo la supervisión de un entrenador o en compañía de otra persona que tenga conocimiento en el tema.
Ahora deberás contener la respiración y luego sumergir tu cabeza bajo el agua. Debes esperar unos segundos manteniendo esta posición y luego levántate. Si lo deseas, puedes realizar este proceso cinco veces en cada entrenamiento.
- Inhalación y exhalación
Lo primero que debes saber es que en el agua respiramos a la inversa de cuando nos ejercitamos en tierra, es decir, debes inhalar por la boca para recoger más oxígeno y exhalar gradual y constantemente el aire por la nariz hasta vaciar los pulmones.
Para llevar a cabo este ejercicio deberás sostenerte en el borde de la piscina y sumergirte hasta que los hombros estén a la altura de la superficie del agua. Después de esto deberás inhalar profundamente por la boca y sumergir tu cabeza en el agua luego podrás vaciar todo el aire contenido en los pulmones soplando levemente por la nariz para finalmente regresar a tu posición inicial. Puedes repetir este ejercicio 10 a 20 veces respirando por la nariz y por la boca simultáneamente.
- Respiración en crol o estilo libre
Sacando lo menos posible la cabeza del agua, recogemos el aire en la dirección del brazo que se encuentre levantado realizando la brazada; luego, lo expulsamos cuando nuestra cabeza esté bajo el agua. Repetimos el proceso con la periodicidad que elijamos, por ejemplo, cada dos brazadas. Ten en cuenta que la respiración no se hace nunca hacia el frente sino hacia los lados para mantener la coordinación y velocidad, además debes mantener la mirada hacia en fondo de la piscina para alinearse con el cuerpo.
Ya sabes que si eres principiante debes comenzar con el paso más importante que es perder el miedo para luego realizar los ejercicios básicos de respiración. Cuando venzas los temores y te sientas seguro en el agua ¡Voilà! Ya estás listo para nadar.
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