¿Te resulta familiar la terapia Gestalt? Esta pertenece a la Psicología Humanista. Básicamente se distingue por divulgar el desarrollo del potencial humano, además de ayudar en el tratamiento de según que enfermedades psicológicas. Algunos de los principales responsables que hicieron posible su desarrollo fueron Paul Goodman y Fritz Perls, entre otros.
A continuación, te explicamos en qué se basa la terapia Gestalt y los fundamentos por los que funciona:
Principios de la terapia Gestalt
La terapia Gestalt se fraguó a mediados del siglo XX. Su teoría se dirige a la forma en que se gestionan las vivencias más que alarmarse por lo que nos ocurre. Este punto de vista potencia las sensaciones subjetivas, planteamientos que derivan de la Psicología Humanista.
Para ello, esta terapia se basa en tres ejes teóricos: el aquí y ahora, la concienciación y la responsabilidad. A continuación vienen detallados:
Aquí y ahora
Desde esta terapia se piensa que los individuos vivimos todo lo que nos sucede como una vivencia unida. Es decir, la idea que tenemos del pasado y el futuro son un destello de cómo vivimos el presente.
Si se trabaja la manera de pensar sobre la actualidad, la manera de plantearnos el futuro y revisar el pasado permutará positivamente.
Concienciación
Reflexionar sobre nuestras vivencias y pensamientos ayudará a reconocer cómo se viven nuestras vidas. Mediante las vivencias también se sabrá actuar y se sabrá qué determinaciones tomar. Este proceso ayuda al desarrollo de la inteligencia emocional.
Responsabilidad
Asumir los efectos de nuestras acciones y aceptar los errores genera libertad. La terapia Gestalt defiende que asumir compromisos ayuda a ser más libres como individuos y dota de más significado nuestras vidas. En cambio, la falta de compromiso se considera una negación del presente y una negativa a la hora de ser consciente de las cosas.
Ventajas de la terapia Gestalt grupal
¿Has pensado asistir a una terapia Gestalt en grupo? Aquí encontrarás algunas de sus ventajas contadas por sus expertos:
- Aprender de las experiencias de los demás. Con ello te sientes identificado y, por tanto, el grupo gana experiencia y conocimiento.
- No ser valorado. La terapia en grupo ayuda a acompañar, ayudar y colaborar con los compañeros. Se busca dejar de ser valorado como primer compromiso para aceptarse a uno mismo.
- Formar parte del grupo. Ser uno más del grupo y ser aceptado crea una experiencia renovadora. El grupo se hace fuerte con cada uno de sus miembros.
- No estar solo. La soledad es sinónimo de inseguridad. En grupo, la experiencia pasa a ser compartida y se ve reflejada en todos los miembros del mismo.
- Progresan las relaciones entre personas. Muchos de los inconvenientes y temores tienen que ver con la relación con los demás. Una terapia en grupo ayuda a superar muchos retos.
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