Con el paso del tiempo, distintas áreas humanísticas han evolucionado y desarrollado nuevas corrientes. La psicología, que además ha experimentado un auge importante a partir de discusiones abiertas sobre el valor de la salud mental contemporánea, es una de ellas.
Dentro de las variaciones que actualmente se ofrecen, está la psicología holística, una rama que analiza el comportamiento de la persona de forma global. Esto lo hace porque reconoce que hay una serie de factores que influyen en la conducta y que, de pronto, desde otra perspectiva no tienen tanto peso.
Además de toda la información que se ofrece en este artículo, si se desea profundizar en el conocimiento de esta corriente se sugiere cursar el Máster en Psicología Holística para aprender todas las herramientas necesarias y poder desempeñarse dentro de este campo de atención mental.
Psicología holística: ¿Qué es?
La psicología holística analiza al ser humano como un todo.
Para ello se apoya en distintos aspectos que se describen a continuación.
Base de la teoría holística
Profundizando en el origen de la psicología holística, es necesario tener en cuenta que analiza el comportamiento del individuo teniendo en cuenta que en él influyen una serie de factores. Se trata de tenerlos en cuenta para poder gestionar de mejor manera el malestar o la situación emocional que atraviese la persona.
Si bien este tipo de terapia suele llevar más tiempo y requerir de recursos que otras no, se estima que sus beneficios son múltiples por tener una perspectiva aún más profunda. Esa filosofía se compone del análisis del entorno social, la salud mental y física del paciente.
Sin embargo, como toda terapia, también puede tener algunas contraindicaciones que se desarrollan a continuación.
Fortalezas y debilidades de la psicología holística
Al abordar cada caso desde una perspectiva global e integral, explorando diversos aspectos de la vida de las personas, son muchos los casos de éxito.
¿Por qué? Porque entender la trayectoria, virtudes y defectos de una persona a partir de una visión global favorece la búsqueda de respuestas más completas y, por tanto, de mejores soluciones.
Durante la terapia se evalúa el entorno, el pasado de la personas, sus intereses y frustraciones, además de otras áreas, para componer un perfil y, a su vez, aproximarse a un entendimiento de sus preocupaciones y malestares.
Pero, en muchas oportunidades, en especial cuando los casos son especialmente complejos, es necesario enfocarse en solo una de esas áreas para avanzar de forma concreta. Por tanto, es más conveniente un tipo de terapia más reduccionista.
Este tipo de conclusiones sólo pueden proponerlas los especialistas en la materia. Ellos, además de aspectos formales, darán una opinión honesta y responsable que favorezca la salud emocional del paciente.
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