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Trazabilidad alimentaria, un concepto poco conocido pero muy relevante

Con el pasar del tiempo, muchas personas han empezado a tomar más conciencia acerca de su alimentación. Con ello, también es necesario conocer de dónde viene lo que consumimos y si su origen es confiable. Por este motivo, es tan importante la trazabilidad alimentaria, un proceso que permite mantener el control de un alimento desde su origen hasta cuando llega al consumidor final. A través del desarrollo de esta actividad, es posible garantizarles a las personas que sus alimentos cuentan con todas las normas de seguridad necesarias, pues en el rastreo que se le hace a cada producto se puede detectar si existen irregularidades o amenazas que pongan en riesgo la salud de la persona.

Por esto y por otros aspectos importantes, es que la trazabilidad alimentaria se ha convertido en un concepto fundamental hoy en día. Así que, si quieres conocer más detalles acerca de este proceso, en este post te contamos todo lo que debes saber. Y si quieres enfocarte en este campo profesional, Esneca Business School tiene para ti el nuevo Curso de Seguridad Alimentaria, un programa formativo de primer nivel orientado a las necesidades del mundo profesional.

¿Qué es la trazabilidad alimentaria?

La trazabilidad alimentaria se puede definir como una actividad a través de la cual se realiza el rastreo de un producto a lo largo de todas las etapas por las que atraviesa, desde su elaboración hasta su destino, nuestro carrito de compras en el supermercado.

El seguimiento realizado por parte de las autoridades pertinentes permite la identificación de muchas características relacionadas con el producto, por ejemplo, el origen, una información muy valiosa que todos podremos encontrar en las etiquetas. Gracias a la trazabilidad, el consumidor puede acceder a toda la información necesaria para determinar las condiciones del producto y si le satisface por completo.

Otra de las ventajas que ofrece la trazabilidad es que les permite a las autoridades pertinentes identificar si en algún producto existen irregularidades que puedan causar cualquier tipo de afección a la salud de los consumidores. Por ejemplo, tenemos el caso de la peste porcina, o el de las “vacas locas”, dos situaciones en las que se tenía que actuar con prisa para sacar del mercado todos los productos que no son aptos para el consumo humano.

Sistemas de trazabilidad

No todos los productos se rastrean de la misma manera, pues sus propósitos son distintos. Por ejemplo, los productos lácteos cuentan con su propio sistema de trazabilidad alimentaria que se rige por la normativa legal vigente que, en el caso de España, está cobijada por las normas de la Unión Europea que, a su vez, se encarga de la regulación de todos los productos para exportar e importar.

Razones para implementar la trazabilidad alimentaria

Mas allá de cumplir con las reglas u obedecer una norma, la trazabilidad alimentaria es una cuestión de vida, una actividad que permite proteger la salud de las personas. Sin falta, absolutamente todos los alimentos pasan por distintos procesos que garantizan que son seguros y que el margen de contaminación es el mínimo, de manera que las autoridades competentes pueden detener oportunamente algún lote de productos que supongan un riesgo sanitario.

Cuando se presenta un caso en el que un producto contaminado llega a una determinada población, las autoridades podrán actuar de manera oportuna y precisa, pues con la información obtenida gracias a la trazabilidad es fácil identificar el origen del problema y tomar cartas en el asunto.

Claramente, esta situación debería tenerse controlada desde el principio, sin embargo, se han presentado casos en los que puede llegar a presentarse una intoxicación a causa del consumo de alimentos en mal estado. Cuando sucede esto, se inicia una investigación para determinar factores como el estado de las fabricas en las que ha estado el alimento, si ha tenido contacto con otros alimentos, cuál es el lote que está contaminado, entre otros.

Control de patógenos

Por lo general, los productos cárnicos son los alimentos que contienen más patógenos peligrosos para la salud. Por ejemplo, la salmonela o la bacteria Escherichia coli. El desarrollo de estos patógenos se debe al tratamiento y mantenimiento incorrecto que se le aplica a la carne. Usualmente, los controles de sanidad que se llevan a cabo permiten detectar cualquier irregularidad en los alimentos que se conservan refrigerados. En caso de encontrar algún problema con el producto, este debe ser retirado de inmediato.

Saber lo que se está consumiendo

Es importante que el consumidor conozca exactamente qué es lo que está comiendo, no solo con el objetivo de mantener su peso ideal, sino que, para mantenerse sano, es importante conocer qué es lo que está ingresando al cuerpo, y esta información se encuentra en la etiqueta de cada producto.

Otra de las ventajas de la trazabilidad alimentaria es la facilidad con que nos permite identificar los componentes de algún producto, por ejemplo, si este contiene alérgenos o si está libre de ellos. Los alérgenos son unos compuestos que pueden estar presentes en ciertos alimentos y que pueden causar problemas en la salud de algunas personas. Entre los más habituales tenemos 14 tipos de alérgenos; por ejemplo, el gluten, los frutos secos y los huevos. Dada la importancia del caso, se ha creado una normativa que obliga a las empresas a mencionar explícitamente en la etiqueta si un producto contiene gluten o si se produce en la misma fábrica que otros productos que sí lo contienen.

Conocer la calidad de un producto

La trazabilidad alimentaria permite que el consumidor tenga acceso fácil a la información más relevante acerca del producto. Con esto, podrá elegir con más certeza entre uno y otro, teniendo en cuenta su calidad, origen, componentes, etc. Todos los consumidores tentemos derecho a la información.

Tipos de trazabilidad

A continuación, te mostramos cuáles son los tipos de trazabilidad alimentaria que existen:

Trazabilidad interna: Es un proceso que se da en el interior de la empresa que fabrica los productos alimenticios. Con la información generada allí, es posible conocer cada detalle del proceso de elaboración de cierto producto.

Trazabilidad hacia atrás: En este caso, el rastreo considera aspectos como el origen de los productos y los proveedores. Con ello se logra un registro detallado del alimento para el cual se utiliza el número de lote. Este sistema le permite al consumidor asegurarse de que el producto ha pasado debidamente por el control sanitario.

Para ello, el proveedor deberá facilitarles a las autoridades documentos como registros, facturas o certificados que comprueben que los productos no han sido modificados genéticamente. En el caso de un animal, es importante suministrar todos los datos acerca de las vacunas, alimentación y tratamientos.

Trazabilidad hacia adelante: Se refiere al registro que se debe realizar justo cuando el producto final va a ser expedido. En este proceso se incluyen datos como el proceso de conservación del alimento, los registros sanitarios de los proveedores, etc.

La seguridad alimentaria, una necesidad

Ahora que ya conoces la importancia del origen y el proceso que han tenido los alimentos que consumimos a diario, debes empezar a preocuparte más por los productos con los que te alimentas. El control de tu salud está en tus manos.

Y no olvides que, Esneca Business School tiene disponible para ti un programa profesional muy completo en seguridad alimentaria, que te permitirá conocer más acerca de la importancia de implementar las medidas de seguridad necesarias.

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