El acoso escolar sigue siendo un problema social de gran envergadura. Sí, es cierto que se hacen campañas de sensibilización y prevención. Sí, es cierto que el bullying recibe más denuncias que nunca en los medios de comunicación. Sin embargo, profesores y alumnos no consiguen terminar con esta lacra. Lo demuestra el caso de Charlie, un niño francés de siete años, que hace pocos días colgó un vídeo de denuncia en Twitter. Charlie, que explica su caso en menos de un minuto, pronuncia las siguientes palabras: “Buenos días, soy Charlie, tengo siete años. Voy a la escuela de Notre-Dame, en Verdun. Desde el año pasado hay un niño que se llama Nathan que me golpea todo el rato. Y hoy, es mi hermano pequeño al que ha pegado. Le he dicho a mi mamá que tengo ganas de reunirme con el buen Dios y morirme. Estoy harto de ese niño, no para de pegarme todos los días. Quiero reunirme con el buen Dios para siempre”.
Como ya ha pasado otras veces, el testimonio de Charlie conmocionó a los usuarios de Twitter, que no tardaron en enviarle numerosas muestras de solidaridad. Pocas horas después, el propio Charlie escribió un nuevo mensaje en su perfil. Era una foto suya con una pequeña pancarta escrita a mano «Merci, Twitter«. La familia de Charlie agradeció la colaboración a una joven estudiante de secundaria. Ella fue la encargada de difundir el mensaje hasta convertirlo en viral. “No creo que pueda devolverle la sonrisa al pequeño Charlie solo por redactar un tuit, pero gracias a todos por ponerse en contacto con la familia para intentar ayudarle”, escribió la adolescente. ¿Y tú? ¿Quieres formarte para que el acoso escolar deje de ser un problema en escuelas e institutos? ¡Consulta los cursos disponibles en Emagister y ponte manos a la obra! ¿Con cuál te quedas?
¿Qué nos enseña la denuncia de Charlie contra el acoso escolar?
- El bullying, una lacra universal. El bullying no es problema de un solo país ni de una sola cultura. Según un informe de UNICEF, la mitad de los adolescentes de todo el mundo sufre algún tipo de violencia en el aula. En concreto, la entidad cifra el número de afectados en un total de 150 millones de jóvenes.
- El bullying, un problema que evoluciona. Como vemos, el acoso escolar es una lacra social que ha existido desde siempre. Además, este problema evoluciona con el entorno y se va haciendo más complejo con el paso de los años. Nos explicamos: hace un tiempo no existían las redes sociales y el acoso era más fácil de controlar, ya que se producía en espacios físicos localizables, normalmente la escuela o la salida de la escuela. La aparición de Internet ha generado nuevas formas de bulllying que los centros educativos deben tener en cuenta.
- La prevención, un elemento clave para combatir el acoso. Hablar del acoso escolar en casa y en el aula es clave para que no afecte a nuestros hijos. Así pues, conviene que promovamos valores como el respeto, la diversidad o la igualdad de oportunidades. Por suerte, a día de hoy, la mayoría de centros ya llevan a cabo talleres y charlas sobre el tema.
Fuente: La Vanguardia
