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Una experta de la VIU resalta la evolución en el tratamiento informativo de la violencia de género

La Profesora colaboradora en el Máster en Violencia de Género e Igualdad de Oportunidades de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), Raquel Sánchez Recio, ha elaborado un “Estudio cualitativo de medios de información en materia de violencia de género y nuevas aplicaciones digitales” en el que destaca que a pesar del cambio de tendencia en el tratamiento de las noticias sobre violencia de género, “es necesario seguir incidiendo en centrar el foco de atención en los agresores y no en las víctimas y sus hijos”.

“El análisis de los tonos de las noticias publicadas –ha continuado- sigue revelando la necesidad de cambiar el punto de mira. Es imprescindible que las víctimas se vean reflejadas en otras mujeres que han salido de la violencia de género y que han iniciado una nueva vida”.

Los medios de comunicación son una herramienta esencial en la socialización de la población y muchas personas se sienten reflejadas en las noticias publicadas, “de ahí –ha indicado- la necesidad de cambiar el rol de lo negativo a lo positivo, es decir, de publicar hechos que afecten a las víctimas y sus hijos a más noticias centradas en el agresor y en la lucha por ayudar a las víctimas a dar el paso para salir de la violencia de género”.

En el estudio se observa una evolución importante hacia lo “positivo”, pero siguen publicándose noticias “neutras o negativas”. De hecho, “el 52% de las noticias sobre violencia de género publicadas en los periódicos españoles objeto del estudio tienen todavía un tono negativo”.

En cuanto a los “encuadres noticiosos” la profesora colaboradora de la VIU ha explicado que “todavía siguen presentes tendencias que apelan a retóricas melodramáticas que desvían el foco de atención, utilizan recurrentemente la narración sensacionalista, eliminan la frontera entre lo público y lo privado y califican de pasional el asesinato descontextualizándolo”. Por ello es necesario “seguir haciendo hincapié en la necesidad de trabajar por la igualdad de género y por el respeto hacia las víctimas”.

La autora destaca también la labor de los medios de comunicación en zonas alejadas de las urbes y en zonas rurales donde “juegan todavía un papel más importante en la difusión de los recursos de ayuda a las víctimas”.

Los medios de comunicación “hacen una labor indispensable, son una de las fuentes más consultadas para informarse y entender el porqué de los problemas sociales (el 95% de los casos de violencia de género son conocidos por la ciudadanía a través de los medios de comunicación, según el III Informe Anual del Observatorio Estatal de la Violencia sobre la Mujer), y tienen una gran influencia, por lo que la consideración que adquiera un tema como problema social va a depender de cómo sea tratado por dichos medios –ha añadido-“.

LAS TIC EN LA AYUDA A LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO

Junto con los medios de comunicación, también cobran cada vez más importancia en la ayuda a las víctimas las tecnologías de la comunicación. “A día de hoy se observa una doble vertiente de este tipo de herramientas, por un lado se están viendo como una nueva forma de agredir, controlar e intimidar a las víctimas, pero también como una herramienta de ayuda, de sensibilización y de protección a las víctimas de violencia de género”.

La experta de la VIUVIU-GRANDE ha explicado que “las tecnologías de la comunicación, son, a día de hoy, unas herramientas de un valor incalculable para la lucha contra la violencia de género y para transmitir que de la violencia de género se sale”.

El estudio repasa las herramientas existentes en nuestro país como el 016 (servicio telefónico de información y asesoramiento, gratuito y de atención 365 días las 24 horas, que no deja rastro en la factura telefónica), ATEMPRO, WRAP (web de recursos de apoyo y prevención), la aplicación Libres (gratuita para móviles para obtener información rápida de los distintos recursos), entre otras, en las que se observa un aumento cada vez más progresivo de su uso tanto por las víctimas como por otro tipo de usuarios.

Fuente: Universidad Internacional de Valencia

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